Una vez que se ha anunciado por parte del Citigroup la venta de casi todo Banamex, surgen de inmediato dos reflexiones. La primera de ellas tiene que ver con las razones de por qué vender, mientras que la segunda es sobre los posibles compradores del banco.
En lo que se refiere a las razones, el Citigroup sigue la misma estrategia que utilizó en Europa y Asia, es decir, dejar de lado la parte de consumo para centrarse en las grandes fortunas e intentar hacer negocios con ese reducido grupo.
Además de ser una estrategia que se venía trabajando tiempo atrás por parte de la matriz, otro de los motivos podría estar vinculado al tope en las comisiones a las AFORE (el 20% del total de las AFORES de México están en Banamex), lo cual significaba un jugoso negocio para el banco, sumado a la alta probabilidad de una crisis económica larga derivada de la pandemia y que sin duda afectará el consumo los próximos años.
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Un mercado como el mexicano, en el cual el consumo no es su fuerte, logra generar ganancias a la banca a partir de las comisiones cobradas, las cuales pueden ser reguladas en el corto plazo en caso de que se reactiven las propuestas de regulación en el Congreso Federal, ya que, de ser así, lo más probable es su aprobación.
Si en el mediano plazo existen topes a las comisiones que cobran los bancos, el negocio mexicano deja de ser atractivo, ya que, en el país pocos clientes con una tarjeta de crédito son totaleros (aproximadamente el 20% paga su consumo total mes a mes), lo cual hace que el margen de ganancia sea elevado cuando no existen topes a las comisiones cobradas por uso de servicios y falta de pago.
En la parte que hace referencia a los posibles compradores, es necesario estar al tanto del papel que tendrá el Gobierno Federal para otorgar facilidades a posibles compradores y así mostrar su preferencia por algún grupo de privados en especial.
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Entre las facilidades se puede encontrar un plan de pagos en los impuestos por la compra, así como el otorgamiento de información que aún no es pública sobre el estado del banco, lo cual es vital para saber si existen reales posibilidades de crecimiento en el mediano plazo y hacer rentable la inversión.
Lo más probable es que el Gobierno Federal otorgue facilidades a capital mexicano, para poder darle fortaleza a la idea de nacionalismo y soberanía económica. Sumado a lo anterior, resulta difícil suponer que se autorizará la venta a bancos como BBVA o Santander, ya que, por el tamaño y poder de mercado, la compra de Banamex por parte de ellos podría violar las leyes de competencia económica.
Ante lo anterior, lo que queda es ver si los interesados son grupos de poder económico cercanos al Gobierno Federal y qué servicio pueden ofrecer en el mediano plazo ante un panorama de crisis y de un banco que ya ni siquiera se encuentra entre los tres primeros más importantes del país.
Contacto:
Twitter: @edmar_lezama
Instagram: edmar_lezama
Correo: [email protected]
El autor es Docente de economía en la UNAM, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía (Posgrado, UNAM).
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
