La oposición le puso freno a la 4T. De ese tamaño es lo que ocurrió en la Cámara de Diputados cuando la oposición, en conjunto, dijo no a la iniciativa de Reforma Eléctrica presentada por el presidente López Obrador.
Quienes tenían dudas sobre el significado del voto ciudadano en 2021 las terminaron de despejar al constatar el significado concreto del equilibrio. Ningún partido o bloque de partidos, pueden por sí mismo cambiar la Constitución.
Al ejercer su fuerza, el PAN, PRI, PRD y MC se metieron de lleno en el juego del 2024 y dieron una muestra de lo que pueden lograr en los próximos meses. Los diputados Jorge Romero, Rubén Moreira, Luis Espinosa Cházaro y Jorge Álvarez Máynez, constataron que su poder es mucho y puede ser empleado con oportunidad e inteligencia.
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Por eso es tan relevante el aspecto político de la votación en la Cámara de Diputados y de lo que podría implicar respecto a las otras dos reformas constitucionales anunciadas por Palacio Nacional: la electoral y la de la Guardia Nacional.
Respecto a la primera, se conjuran, al menos de momento, las amenazas sobre la integridad del INE e inclusive sobre su sobrevivencia. Por ahora las autoridades electorales pueden respirar tranquilas, en el entendido de que es prácticamente imposible el que se apruebe una propuesta regresiva. Es más, lo más lógico es que no haga cambio constitucional alguno cuando menos hasta el 2024 y ya con otra legislatura.
En lo que concierne a la Guardia Nacional y la pretensión de volverla una rama de la Secretaría de la Defensa Nacional, también se vislumbra complejo que se cuente con la mayoría constitucional para hacer esto posible. En este tema, diputados y senadores se dejaron engañar sobre el carácter civil de la corporación, y ahora están a tiempo de enmendar esa burla.
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Uno de los retos más urgentes, es precisamente el de volver a construir policía, el de no renunciar al carácter civil que deben tener esas tareas en una sociedad de derechos y por ende democrática.
Los riesgos que implicaba la aprobación de la Reforma Eléctrica eran mayores. A los impactos en contra el medio ambiente, se sumarían a litigios de carácter internacional por todos los acuerdos que se estarían rompiendo de un plumazo, pero sobre todo habría significado un repliegue opositor hasta después del 2024.
Esto ya no fue así y ahora toca a todos los actores políticos el hacer lo que les corresponde para presentar una propuesta unificada y coherente de proyecto de nación y, sobre todo, de reconstrucción.
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En Va por México y acaso con la suma de MC pueden o no lograrlo, pero un intento serio y viable ya es un cambio positivo para el restablecimiento de una conducción plural del poder.
Para nada serán sencillos los meses y los años por venir. El discurso oficial se endurecerá y tampoco están derrotados. Lo que sigue es una lucha por el poder político que debe conducirse por los canales legales que cobijan y protegen a nuestra democracia.
Al final, la lección que prevalece, es que no es una buena idea el entender la política desde la exclusión de los otros, al contrario, hay que trabajar bajo el paraguas del país plural que afortunadamente somos.
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