Al cumplirse el segundo año de la protesta formal del presidente López Obrador después de haber ganado las elecciones en 2018, hay varios interrogantes sobre el desempeño de la cuarta transformación, pues varias de las promesas de campaña no han sido cumplidas y varias se ven muy difíciles de cumplir bajo las condiciones actuales.

Como se ha comentado, el presidente López obrador decidió gobernar con símbolos que atraían la atención de los electores, pero que aportan poco a la configuración de un gobierno como tal. Por ejemplo, el avión presidencial, que aún no se ha vendido, sigue gastando dinero, pues se encuentra guardado esperando a que el mejor postor, o ya cualquier postor, ofrezca algo de dinero para poder llevárselo. Ya fue rifado, sin que fuera el premio principal, o algún premio de la rifa misma inclusive, por lo que ya no es usado por el presidente en sus discursos.

El riesgo de gobernar con símbolos es que se desgastan en el tiempo, por lo que se plantea la necesidad de estar generando nuevos símbolos, o reciclar los que ya existen, porque no tienen ya efecto en la sociedad, salvo que se plantee de manera distinta y atendiendo a debates nuevos en el espacio mediático.

Si hacemos a un lado dichos símbolos, como Los Pinos, el avión, la refinería que se inunda, el tren maya, etc., entonces quedan las acciones de gobierno que el presidente presume todo el tiempo: los programas de jóvenes construyendo el futuro y el de adultos mayores, la búsqueda de autonomía energética, en un mundo donde dicha autonomía no tiene sentido, aunque eso implique suspender la generación de energías limpias que son el futuro. Así como el combate a la corrupción donde se usa políticamente a quienes son detenidas y detenidos por dichos actos, casualmente opositores al presidente, pero cuando sus grupos aliados son acusados de malos manejos, entonces la acción de la secretaría de la función pública queda en entredicho. Pero sobre acciones que incidan en el bienestar de las personas, hay pocos elementos que pueden resaltarse.

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En el contexto internacional no hay mucho que presumir, pues cero viajes del presidente a otros países han alejado a México aún más, de los espacios de influencia política regional e internacional, pues si bien el secretario de relaciones exteriores es muy activo, no es suficiente para mantener vigente la presencia del país en otros espacios de influencia. La ciencia, las artes, el deporte, etc., se han visto impactadas fuertemente por los prejuicios hacia dichas disciplinas y sus productos.

Económicamente no hay mucho que informar, pues los números de recuperación económica que se presentan se ubican en el contexto de los estimados, pero que no obedecen a una acción directa de la administración presente, sino a la recuperación iniciada por las y los privados al comenzar a reactivar la economía, con cero apoyos de la administración actual. Es por ello que el presidente decidió cambiar la retórica y decir que lo importante no era crecer, sino vivir bien, como uno de sus antecesores lo había manejado.

La reducción del flujo de dinero, así como el detenimiento de la dinámica económica a lo largo de este año, como producto de la pandemia presente, han llevado a la administración a tratar de sortear el déficit con el olvido de las personas, puesta situación ya se vivió en otro momento y no se recuerda el daño profundo que sufrió la economía mexicana con ello. El escenario no es halagüeño para la mayor parte de las y los mexicanos, quienes han visto la disminución de sus ingresos de manera paulatina.

Podríamos seguir haciendo una lista de las acciones que el presidente debe a lo largo de sus primeros años, pero no soluciona nada, sino que profundiza la preocupación sobre la viabilidad del país a lo largo de los años subsecuentes. Para concluir, el manejo de la pandemia ha dejado mucho que desear, además de las más de cien mil muertes que ya llevamos, en un contexto donde se da una lucha dentro del gabinete para ver quien realiza las mejores gestiones para la aplicación de la vacuna contra el coronavirus, con la consecuente posibilidad de que esa disputa redunde en más contagios y muertes.

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