Como sabemos, la llegada de la pandemia y las restricciones aplicadas por el Gobierno para frenar los contagios supuso, de la misma forma, la paralización de toda actividad económica en todo el mundo. En otras palabras, todos los sectores tuvieron que echar el cierre hasta que la situación no estuvo controlada, pues el virus, ante la permisividad de los Gobiernos, se propagaba muy rápidamente. Un cierre que llevó a muchos empresarios a registrar pérdidas millonarias, a la vez que a otros los obligó a echar el cierre definitivo por la incapacidad de soportar las pérdidas que arrastraban desde hace más de un año.
Pero si hay un sector que se vio especialmente afectado con esta crisis, ese es aquel que más contacto social requería para operar. En este caso hablamos del sector turístico, un sector que ha crecido de forma ininterrumpida durante los últimos años, pero que ha visto cómo sus previsiones, que también preveían un incremento para el ejercicio 2020, se desintegraban ante la llegada del contagioso Coronavirus. Y es que, como veremos a continuación, las pérdidas ascienden hasta niveles desorbitados, debilitando un sector que, por norma general, suele contribuir ampliamente con la economía, así como con el empleo.
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Así pues, en lo que respecta al sector aéreo, las cifras que ofrece la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) muestran una caída del tráfico aéreo del 65,9% con respecto al 2019, lo que hace que sus pérdidas, de acuerdo con la misma organización, asciendan hasta los 118.000 millones de dólares (98.100 millones de euros) en 2020. Pero cabe destacar que, si miramos las pérdidas de todo el sector turístico, las citadas anteriormente serían únicamente las que corresponderían a España, por ejemplo y para que nos hagamos una idea.
Como sabemos, la drástica caída que ha vivido el sector ha afectado a todos los agentes que se encuentran operando dentro de este sector. En este sentido, me estoy refiriendo a las cadenas hoteleras, las compañías navieras, así como otros servicios que, como el subsector aéreo, han vivido un año catastrófico; un año que ha puesto en peligro la viabilidad de muchas de estas empresas. Y es que, para entender mejor la dimensión de la caída, debemos saber que hablamos de un golpe que hizo que dicho sector, y hablo del turístico en general, pasase de representar el 10,4% del PIB mundial, a ser el 5,5%.
Además, teniendo en cuenta la contribución que hace este sector al empleo en el mundo, estos daños que hoy se registran, de acuerdo con la UNWTO, ponen en riesgo entre 100 y 120 millones de empleos turísticos directos, muchos de ellos en pequeñas y medianas empresas. Pues hablamos de un sector que representa cerca del 10% del empleo en el mundo, así como cerca del 20% del todo el empleo generado desde la crisis financiera de 2008, por lo que la crisis que atraviesa debería, como poco, preocuparnos.
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Entre los países que más destacan en este sector, de México debemos decir que no se queda atrás en esa disputa por liderar el sector a nivel mundial. A cierre de 2018, México se posicionó en el Ranking de Turismo Internacional como el séptimo país por llegada de turistas internacionales y como el décimo sexto si lo que utilizamos como referencia es el ingreso de divisas por turismo. La economía azteca en 2019, antes de la crisis sanitaria y para que nos hagamos una idea del potencial turístico con el que cuenta el país, se ubicaba dentro de los diez países más visitados en el mundo, de acuerdo con las cifras que ofrece la UNWTO.
Así pues, es conveniente resaltar la contribución que hace este sector a la economía mexicana, si tenemos en cuenta especialmente los datos que mostrábamos en el párrafo anterior. Pues, de acuerdo con el INEGI, el turismo representa cerca del 9% del PIB mexicano, atendiendo a las cifras de 2019, por lo que únicamente por su contribución al PIB hablamos de un sector de gran relevancia para el país. Por otro lado, en lo que respecta al empleo sostenido por este sector, hablamos de cerca de 3 millones 690 mil empleos relacionados con este sector, es decir, el 8% del empleo total en el país. Como vemos, la situación que atraviesa el sector es muy delicada, y hablamos de un sector que, como se resalta después, supone un motor de crecimiento para la economía mexicana, que escala puestos en ese ranking y ya se va situando entre las líderes a nivel mundial. Por esta razón, es conveniente estar al tanto de la situación e incrementar los esfuerzos por preparar este sector de cara a la nueva temporada veraniega, pues las empresas no pueden seguir arrastrando pérdidas, de la misma forma que México, ante la situación que atraviesa, tampoco puede permitirse el lujo de dejar caer a este importante sector.
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