X
BREAKING
Estas son las 30 promesas de los negocios 2024

Acercándonos al cierre de año y cumpliendo seis meses en confinamiento, es interesante reflexionar sobre los cambios que ha experimentado el sector bancario, donde a un ritmo acelerado ha tenido que migrar a modalidades digitales para sobresalir.

Recordemos que la banca es una industria milenaria que apareció hace 4,000 años cuando los comerciantes hacían préstamos de granos, especies o ganado en Mesopotamia, para después pasar a utilizar oro, plata y cobre como medios de pago, para finalmente constituirse en forma los primeros bancos públicos en Grecia y Roma, donde los funcionarios administraban los recursos del pueblo, y además de otorgar préstamos, aceptaban depósitos, órdenes de pago, cambiaban dinero y se lucraba por ello.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Saltemos al siglo XX para vislumbrar nuevos paradigmas, primero con la aparición de la primera tarjeta de crédito (Diner’s Club de Frank McNamara) que tiene 70 años, después con la primera banca en línea hace 40 años (United American Bank), para posteriormente llegar a la primera banca móvil con ya 15 años (más antigua que el primer iPhone).

Bien o mal, la banca se ha adaptado a las necesidades y ha aprovechado las tecnologías disponibles para seguir evolucionando.

La crisis sanitaria actual ha presentado un reto inédito para esta industria: nos ha puesto frente a una evolución acelerada y abrupta hacia lo digital como nunca en la historia (lockdown de ciudades enteras en semanas, por ejemplo). Todo esto en un contexto difícil para la Banca, y con un estancamiento digital de los bancos tradicionales (muchos enfocados en una visión de los 90s/00s cuando se trata de digitalización), esto justo a la par de la explosión de fintechs, big techs y otros bancos digitales nativos que son promesas muy interesantes, pero que aún necesitan concretar un cambio de visón; es aquí donde surge una duda legítima sobre la capacidad de la banca para enfrentar los retos que ha implicado el Covid-19.

Sigue la información sobre la economía y los negocios en Forbes México

Fue sin contar con un apoyo decisivo y pasos firmes del regulador hacia la digitalización bancaria, la confirmación de algunos modelos de neo bancos ganadores, pero sobre todo: la democratización y colaboración más abierta entre el ecosistema financiero y la tecnología. Algunos ejemplos concretos sobre lo anterior, son las alternativas: Banking as a Service (BaaS) u Open Banking que impulsan un nuevo entorno, y que son una gran oportunidad para ofrecer a los usuarios productos financieros de mayor valor agregado adaptados a las necesidades de cada cliente.

Ante este panorama, claro que el verdadero poder de la banca no está en los bancos o en la fintechs, está en su capacidad de reinventarse, de mudar, evolucionar radicalmente y de forma constante a pesar de cualquier entorno.

*Emmanuel Got es Director Ejecutivo de Desarrollo de Negocio de Sabadell

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

marketing, publicidad, oficina,
Mirar profundo y acompañar al equipo de trabajo
Por

En la vida profesional, mirar profundo es crucial ya implica poner atención, estar en presencia plena y ser empático.