¿Qué tienen Grab, Telefónica y Apple en común?, estos tres gigantes, como otros (Alibaba, etc.), han apostado por Embedded Finance o Finanzas Embebidas. Una tendencia que se está volviendo una de las más importantes y profundas de la industria financiera, pero, ¿de qué se trata exactamente?, asociarse con un jugador financiero para ofrecer productos financieros a sus usuarios dentro de sus ecosistemas digitales para complementar la oferta de valor o bien, mejorar la experiencia del cliente. Un ejemplo sencillo es: ser capaz de contratar un crédito de consumo instantáneo en una plataforma de e-commerce.

Este modelo asume plenamente la nueva realidad consumista impuesta por lo el ecosistema digital: los usuarios son los que marcan el qué y el cómo. Todos los productos y/o herramientas digitales tienen como objetivos ayudar al usuario a resolver una necesidad sin fricción ni costura (seamlessfrictionless). El éxito radica en que el servicio se adapta al cliente y no viceversa. Y es cierto que es un modelo de negocio relativamente nuevo para el mercado mexicano – BBVA y Uber, Banorte y Rappi o Banco Sabadell y Telefónica, son los ejemplos más sobresalientes. 

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Pero el potencial es muy real y tiene una relevancia estratégica adicional en nuestro país: promover la inclusión y democratización financiera. 3/4 de los mexicanos cuentan con un Smartphone con el que se mueven en todos los ecosistemas digitales creados, y tan solo 1/4 cuenta con un producto bancario. Bajo este modelo de negocio, los bancos tienen el potencial de llegar a nuevos segmentos de usuarios y la posibilidad de ofrecer un producto financiero a través de una interfaz y con una experiencia totalmente integrada — sea adquirir una tarjeta de débito/crédito, contratar una billetera electrónica, pedir un crédito, etc. — Todo en un solo lugar, con la máxima simplicidad, y por supuesto, con la agilidad y celeridad demandada hoy día en cualquier experiencia de app o navegación web.

Alcanzar este modelo no es sencillo, pues supone cambios profundos de paradigma para los jugadores bancarios tentados: alejarse de la visión monolítica del banco en el centro de todo, abrazar la colaboración para co-crear soluciones inteligentes y repensar la tecnología (contar con una arquitectura abierta es fundamental). Lo anterior genera resistencia e incluso escepticismo por parte de jugadores que ven Embedded Finance como una realidad aún lejana. Los players deben estar convencidos que el futuro es ahora, apostar y dirigirse hacia la nueva era de los servicios financieros, con una accesibilidad ilimitada, personalización implícita y la completa eliminación de fisuras entre la banca, las empresas y los consumidores. 

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Emmanuel Got es Director Ejecutivo de Desarrollo de Negocio de Sabadell*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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