La pandemia desatada en 2020 representó un parteaguas para nuestras sociedades, no solo en términos de los contagios, muertes, empleos perdidos y la bancarrota de múltiples negocios e industrias… también fue un tsunami en términos políticos.

Los gobernantes de todo el mundo tuvieron que encabezar el que quizás será considerado como uno de los retos más complejos en términos políticos y de política pública del siglo XXI. La gestión de la pandemia, por ejemplo, cambió por completo los resultados de la elección presidencial en los Estados Unidos; en muchos otros países provocó que sus líderes perdieran popularidad, y en algunos cuantos que ganaran nuevos adeptos.

Se espera que en el 2021 los países vacunen a su población, reconstruyan sus economías y se logre reinventar a nuestra sociedad… será el año del gran reinicio.

México se redefine también en 2021, y no solo como resultado de la crisis por la pandemia, sino además por nuestras elecciones intermedias. En este año se llevará a cabo la elección más grande de la historia del país, con la renovación de 15 gobernadores, 1,926 presidentes municipales, 1,063 diputados locales y 500 diputados federales.

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La pandemia cambió las circunstancias políticas en todos los estados y municipios, generando así nuevos escenarios y posibilidades para todos los actores políticos. Bajo este contexto, en sus campañas electorales, los partidos políticos y sus candidatos tendrán que apostar por lo menos a una de las siguientes tres modalidades de operación política:

1. Las campañas de aire, es decir, invirtiendo principalmente en los medios tradicionales y en las redes sociales, como respuesta a las medidas de sana distancia y a los riesgos de salud —y políticos — inherentes a la organización de los tradicionales mítines multitudinarios; esperando de esta manera que la inversión en marketing resulte eficaz en la conquista de la mayoría del electorado. Es la apuesta por persuadir.

2. La movilización del voto, que representa la manera tradicional de hacer política mediante la compra del voto, el clientelismo, los mítines y las sofisticadas prácticas de mapacheo electoral que con el tiempo han perfeccionado diversos políticos; esperando así lograr obtener los votos necesarios para ganar. Es la apuesta por acarrear.

3. La estrategia de grassroots, es decir, la construcción de un movimiento con legitimidad social real que, tomando en cuenta las medidas de sana distancia, sensibilice, reclute y capacite a líderes ciudadanos, para que posteriormente ejerzan activismo a favor de los diversos intereses de sus comunidades; esperando así poder construir un auténtico movimiento social que conquiste las urnas. Es la apuesta por inspirar.          

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Este último punto representará la clave del éxito en las elecciones del 2021. El grassroots, entendido como el derecho de los ciudadanos a organizarse para influir en los asuntos que les afectan en su vida cotidiana bajo el principio “No hablen de nosotros, sin que estemos nosotros”, otorgará una ventaja competitiva a las campañas políticas que sean capaces de articular un verdadero movimiento de base.

En México estamos históricamente acostumbrados a las estrategias de marketing político y al tradicional acarreo electoral. Sin embargo, la decepción política, el hartazgo ciudadano, el acceso a la información, las redes sociales, la pandemia, entre otros factores, han transformado por completo a nuestra sociedad.

La pandemia nos obligó a reinventarnos y con ello a la política. Hoy el acarreo electoral y la compra del voto son prácticas en decadencia que no garantizan a sus promotores conseguir los resultados esperados. Por su parte, el marketing político no será suficiente en un contexto de contingencia sanitaria.

No es asunto menor. México y su futuro se redefinen este 2021, y la apuesta debería de ser por la transformación, desde las bases.

Hoy es momento de inspirar.

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Pedro Rangel, Maestro en Políticas Públicas. Harvard University*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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