Desde el principio de la historia de la humanidad la ciencia y tecnología han enfocado sus esfuerzos en encontrar la cura de millones de enfermedades como el SIDA, el cáncer, la diabetes, padecimientos crónicos y mentales, por mencionar algunas. El otro lado de la moneda, el alto costo por las complicaciones como resultado de la evolución de las mismas que recaen sobre aseguradoras, gobierno, sistema de salud, etc.

Si abordamos únicamente una enfermedad crónica como la diabetes, en México representa el 13% de la población, el costo económico es del 3% sobre el PIB, siendo una pandemia más grande que el Covid, con un avance no por contagio, pero con igual o mayor letalidad en perspectiva.

La actual pandemia que vivimos ha traído consecuencias graves e irreversibles para los millones de enfermos crónicos alrededor del mundo, muchos de ellos ausentándose a sus visitas médicas, lo que muy seguramente les traerá complicaciones futuras. Estos padecimientos de mediano y largo plazo deben de contar con tratamiento y monitoreo 24/7 y no regirse por revisiones periódicas. 

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Una gran parte de las inversiones en sectores como ciencia, investigación y educación han volcado sus esfuerzos y recursos en el desarrollo de fármacos y tratamientos, pero ¿Sabes cómo funciona el ecosistema de salud tradicional en LATAM? José Mora Hernández, cofundador y CEO de Farmalisto nos explica:

  1. En el top of the funnel están las farmacéuticas, que invierten billones de dólares en investigación, desarrollo, creación, y comercialización a las tres caras del mercado; quien la vende, quien la receta y quien la consume.
  2. Los distribuidores, intermedian, almacenan y distribuyen, como pasa en muchos sectores, creando un eslabón más a una ineficiente cadena operativa del sector.
  3. Después los hospitales y doctores, quienes son consumidores y recomendadores que recetan e influyen completamente en la decisión de compra del paciente, abordados de manera comercial por las farmacéuticas
  4. Siguiendo por las droguerías o farmacias, quienes vuelven a almacenar en el punto final de encuentro entre el paciente y los fármacos, dispositivos o tratamientos creados por las farmacéuticas.

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Esta cadena tradicional tiene un problema muy grande, los incentivos no están alineados entre ninguna de las partes y menos aún en beneficio completo del paciente, ya que la farmacéutica busca que sus productos se vendan más y competir en patentes, el distribuidor generar ventaja competitiva controlando un mejor margen por volumen, la farmacia tener al menos un tercio del total de productos que existen en el mercado, invertir en un mayor alcance geográfico buscando obtener mayor margen comercializando productos genéricos o similares. Lamentablemente, en esta cadena el cliente jamás podrá estar en el centro de las decisiones.

La salud es un sector muy regulado, donde se ha invertido mucho en lo tradicional, en tener todo físico, como clínicas, hospitales, farmacias, bodegas, etc. Por eso los players tradicionales van a defenderlo completamente, es un caso parecido como el que vimos hace años en la industria de renta de películas. Pero está llegando la innovación con ideas de nuevas empresas, como pasó con Fintech u otras industrias. Donde hay demasiadas ineficiencias, es donde hay más oportunidades de capitalizar sin perder el objetivo principal.

Esta forma antigua de que el paciente obtenga lo necesario para mejorar su salud es obsoleta, ha llegado el momento de ver innovación y disrupción con foco principal en el cliente; es vital el uso de la tecnología aplicada de manera individual para un mejor tratamiento especializado del paciente.

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El próximo unicornio en esta industria será quien tenga una plataforma tecnológica integrada 360 para dar más servicios de valor al paciente, como acceso a un catálogo completo de medicinas y servicios médicos digitales, usando inteligencia artificial y plataformas de seguimiento, con foco en sus necesidades, sin obsesión en márgenes individuales inmediatos, si no en el LTV (ciclo de vida del cliente), conociendo realmente a través de los datos a los clientes/pacientes y alinear todos los incentivos.

Quien logre construir un equipo de primer nivel combinando gente con expertise de la industria y gran talento joven con energía, entusiasmo y muchas ideas, podrá renovar completamente su modelo de negocio, dicho esto, los pilares estratégicos para hacer disrupción en esta industria son:

  1.  Un mindset 100% digital, donde se replantee todo el modelo actual en pro de la experiencia del cliente
  2. Core en tecnología seamless enfocada a la experiencia y necesidad del paciente junto a servicios digitales, centrando información histórica, consultas, monitoreo, medicamentos, etc.
  3. Especialidades médicas con un foco digital, reduciendo costos y tiempos, con seguimiento 24/7 en padecimientos más especializados.
  4. Dispositivos de monitoreo conectados a una plataforma tecnológica complementando estratégicamente un seguimiento 360 y 24/7.
  5. Uso profundo de data, para conocer 100% al cliente y alinear los incentivos de la cadena.
  6. Omnicanalidad integrada con dark stores y B2B, donde el paciente pueda tener una consulta en línea de especialidad al mejor precio, recibir su medicina en casa que le fue enviada por la farmacia local más cercana, así como solicitar en línea y visualizar un estudio asistiendo a un laboratorio
  7. El catálogo de medicamentos más amplio siempre disponible dejando atrás la localidad métrica (con altos costos asociados) y alcanzando la regionalidad Multipaís con Dark Stores enfocadas en la última milla.
  8. Integrar a las aseguradoras con programas de bienestar y prevención, que les ayude ahorrar y a buscar el menor daño de los pacientes.

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Al final en un sector tan fragmentado la clave es alinear los incentivos, captar y hacer fluir toda la información en la cadena. Para que esta innovación se convierta en un verdadero parteaguas debe centrarse en que las personas tengan una mejor calidad de vida y esto en los próximos años lo logrará quien tenga un enfoque 100% a tejer esa red para convertirse en un one stop shop 360.

Sin duda los gobiernos deberán centrarse en disminuir las desigualdades en salud para conseguir una equidad efectiva, democratizando su acceso para toda la población a un mucho menor precio, siendo más consciente del coste social y económico que representa el no hacerlo, y de sus repercusiones en el bienestar y desarrollo de los países.

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Contacto:

Oscar Jiménez Rodríguez, fue Co-fundador y CEO de Epiq, y Country Manager y Presidente del Consejo de ThePowerMBA Latinoamérica.*

Twitter: https://twitter.com/OshcarJR

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/oscar-jr/ 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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