El Covid-19 ha transformado la educación directiva acelerando algunos de los procesos que comenzaron hace ya un tiempo. Los directivos post-pandemia piden hoy a las escuelas de negocios y universidades formación en las habilidades que la nueva realidad del mercado laboral les exige. Excelencia en la gestión, liderazgo social y con impacto, toma de decisiones en un contexto cada vez más incierto o reconvertirse en una era de digitalización permanente son algunas de las nuevas skills que deben incluir programas como el MBA. Por ello, las instituciones educativas mexicanas y globales han de realizar una apuesta decidida por incluir en sus programas de formación y portafolio estas seis tendencias para una nueva educación.
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- El digital se convertirá en una commodity.
La pandemia ha acelerado el desarrollo de las herramientas digitales y ha incrementado enormemente el nivel de aceptación de la educación a distancia, tanto en los candidatos a MBA como en los de educación ejecutiva. En el mundo post pandémico, incluso después de volver a la “normalidad” tras la vacuna, el aprendizaje digital seguirá desempeñando un papel importante en la propuesta de valor de la educación, convirtiéndose así en un componente necesario en programas como el MBA. Pero ya no será un diferenciador. Por ello, las escuelas de negocio que no hayan invertido lo suficiente en su estrategia digital, se quedarán atrás.
- La experiencia en persona será aún más importante.
Del mismo modo y, precisamente, porque parte de los programas se ofrecerán a distancia, el valor percibido del componente presencial también aumentará. Los participantes darán aún más valor a la experiencia de las clases en programas como el MBA y a las oportunidades que ofrecen los programas de formación para crear lazos con sus compañeros, desarrollar una red de contactos y enriquecer sus puntos de vista.
- Propósito, propósito y más propósito.
La pandemia nos ha enseñado a todos una buena lección, aunque de la manera más difícil: tener un propósito es fundamental. Un número cada vez mayor de candidatos buscará programas que se centren en el liderazgo con propósito y que ofrezcan oportunidades para tener un impacto positivo en la sociedad.
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- Sanidad.
La crisis del Covid-19 ha demostrado, entre otras cosas, la importancia de los sistemas sanitarios, y ha puesto de manifiesto necesidad de profesionalizar su gestión. Prevemos un interés creciente, por parte de los profesionales de este sector, en programas como el MBA, para complementar sus conocimientos científicos y médicos con una sólida formación en la gestión de empresas. También prevemos una creciente demanda de programas de formación con un componente de salud.
- Agilidad y toma de decisiones bajo incertidumbre.
La crisis también ha puesto de relieve la importancia de tomar decisiones en un entorno de incertidumbre y la importancia de desarrollar procesos ágiles. Más que nunca, las escuelas de negocios tendrán que formar a sus alumnos para que sean capaces de liderar en mundos inciertos, donde el suelo se hunde bajo los pies. En este sentido, las escuelas que integren en su porfolio cursos de Inteligencia Artificial u otras técnicas de apoyo a la toma de decisiones, estarán en alza.
- Mayor peso a la iniciativa empresarial y el capital riesgo.
Cuando una pequeña y prácticamente desconocida empresa de biotecnología, dirigida por un matrimonio, se convirtió en la primera compañía en desarrollar una vacuna eficaz contra el Covid-19, el mundo aprendió de primera mano la importancia del espíritu emprendedor para resolver problemas globales. A la luz de los enormes desafíos a los que nos enfrentamos en ámbitos que van desde el cambio climático hasta la sostenibilidad, habrá un interés renovado en el capital riesgo y en el apoyo a las soluciones propuestas por emprendedores ágiles y con visión de futuro.
Andrea Masini, Associate Dean para el programa MBA de HEC Paris Business School*
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