Las PyMEs son la columna vertebral de la mayoría de las economías del mundo, sobre todo en países en desarrollo como México. Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el 27 de junio como el Día Internacional de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) para reconocer la importancia de éstas y su aportación al desarrollo económico y a la generación de empleo.
En México existen alrededor de 4 millones de PyMEs, que generan 7 de cada 10 empleos formales y alrededor de 50% del Producto Interno Bruto, según datos del INEGI. No obstante, también son el segmento empresarial más frágil; de ahí la necesidad de proteger estos emprendimientos de todas las formas posibles desde el inicio, y por qué la inversión en ciberseguridad resulta indispensable.
La coyuntura actual, creada por la crisis del Covid-19, ha forzado a las PyMEs a reinventarse y adoptar la tecnología como una aliada para el mantenimiento de sus negocios. Muchas de estas empresas, dado el contexto de pandemia, trabajo remoto y distanciamiento físico, ven como una primera necesidad adoptar la tecnología y comenzar un camino hacia la digitalización, para que de esta forma logren ser realmente competitivos y asegurar su permanencia en el mercado.
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En paralelo a los retos económicos y de digitalización, es relevante que los emprendedores de las PyMEs tomen en consideración la ciberseguridad desde el principio, pues al igual que las grandes compañías ahora más que nunca están expuestas a ciberamenazas.
Si se piensa en la inversión en ciberseguridad como si fuera la seguridad de un automóvil, se puede hacer la siguiente analogía: los elementos que hacen seguro a un auto –como la bolsa de aire, el sistema antibloqueo de los frenos y el cinturón de seguridad– ya vienen de fábrica integrados en el auto. Si quisiéramos colocar estos elementos cuando el carro ya está completamente ensamblado, resultaría más caro y complicado, además de que sería riesgoso conducirlo sin contar con estos elementos.
En este sentido, los motivos para tomar en serio la ciberseguridad desde la planeación de un negocio son muchos. Podemos comenzar por mencionar que la idea que algunos emprendedores tienen de que una PyME no es llamativa para un ciberdelincuente es errónea, y que, en caso de ser víctimas de un ataque, el resultado podría poner fin al sueño de una vida con nada más que un par de clics.
Cabe destacar que este tipo de empresas tiene en sus registros y plataformas un sinnúmero de información confidencial, tales como datos personales de empleados y clientes, además de documentos oficiales de la compañía, como contratos, cotizaciones, proyectos, propuestas de negocios y servicios, entre otros, que pueden ser monetizados o impactar en la reputación de la PyME si fueran filtradas por ciberdelincuentes.
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Según el informe “Ajuste de la inversión: alineando los presupuestos de TI con las prioridades de seguridad” de Kaspersky, la partida de TI que dedican las PyMEs a ciberseguridad va en aumento año tras año en la región, pasando de US$114,000 dólares en 2019 a US$250,000 dólares en 2020. Este incremento en el presupuesto de ciberseguridad sugiere que más y más PyMEs comprenden lo importante que es protegerse de ciberamenazas y es una práctica que se debe considerar al inicio de cualquier emprendimiento.
Entre mayor responsabilidad asuman las PyMEs en materia de ciberseguridad, más segura estará la operación y la información de sus clientes y empleados; elementos que son claves para el crecimiento de cualquier empresa. Siguiendo con la analogía del automóvil, muchas de las opciones de ciberseguridad pueden ser adquiridas tal y como se paga el seguro de un auto: en pagos mensuales, buscando ser flexibles para apoyar a los emprendimientos. Después de todo, es muchísimo más fácil y económico prevenir que remediar los estragos de un ciberataque.
Jaime Berditchevsky, director general de Kaspersky México*
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