Sin lugar a dudas, en la última década se ha disparado una gran competencia por brindar servicios de cobertura de conectividad y, especialmente, los servicios domiciliarios de internet. Hace 20 años, el tema del internet comenzaba a estar en auge, pero de 10 años para acá, dicho servicio se posicionó como un elemento indispensable en nuestra vida. Comenzamos a transitar sobre le era digital, pero, más aún, a familiarizarnos con una serie de bienes y servicios que dependen de conectividad. Desde los inicios del internet en México, usando aquellos módems de tonos que a su vez imposibilitaban el uso simultáneo de nuestra línea telefónica, esperábamos pacientemente poder navegar a través de los novedosos exploradores y como arte de magia comenzabas a tener acceso a un sin fin de información. Al mismo tiempo, el incipiente uso del email comenzaba a sustituir otra herramienta que en su momento nos había maravillado por su eficacia: el famoso fax, aparato que también en su momento desplazó al télex y a toda la gama de tecnologías que hoy suenan antediluvianas.

Ante la incapacidad de operadores que han hecho inversiones muy grandes y esfuerzos titánicos por instalar redes de fibra óptica para interconectar al mundo entero, surgen aquellas personas que destacan mundialmente por su creatividad e inventiva, y por un gran apetito de investigación e innovación. Ellos comienzan a retar al destino tecnológico con soluciones y nuevas aplicaciones; muchos son conocidos por todos nosotros, como es el caso de Steve Jobs o bien Mark Zuckerberg. En este segmento de conectividad tampoco puede faltar Elon Musk, dueño de SpaceX y gran innovador de este siglo que, en su deseo de brindar conectividad a las poblaciones mas lejanas, ha revolucionado su compañía Starlink Satellite Systems. Aunado a ello, el equipo de Musk no deja de acelerar las investigaciones para lograr la reutilización de los equipos lanzados al espacio, así como de la recuperación de estos a través de redireccionamiento autónomo de regreso a casa. Pareciera tan simple como que desde el centro de control los operadores logren alcanzar, sembrar el satélite y regresarlo a tierra, al centro de operaciones o a una plataforma de recolección remota con el simple mando de un joystick.

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Desde su centro de operaciones en Texas, el equipo de Starlink no pierde el objetivo fundamental de ir sembrando su propia red satelital. Dichos satélites pesan menos de 300 kg y se ubican a una distancia de 500 kilómetros de la Tierra, teniendo una velocidad entre datos que varían de 50 Mb a 150 Mb y latencia de 20 ms a 40 ms (la latencia es el tiempo que se tarda en enviar datos de un punto al siguiente). Cuando los satélites están lejos de la Tierra, la latencia es alta, lo que resulta en un rendimiento deficiente para algunas actividades. Los satélites Starlink están más de 60 veces más cerca de la Tierra que los satélites tradicionales, lo cual permite usar casi todas las redes sociales y gran cantidad de plataformas de video tipo Netflix, Paramount+ o cualquiera de ellas y, desde luego, competir con las empresas que actualmente prestan servicios de internet en nuestro país.

Starlink, que en tiempo récord con lanzamientos quincenales ha logrado colocar más de 1,500 satélites, ahora ha puesto en marcha un kit de instalación domiciliario para dar servicio en zonas remotas y el cual viene con todo lo que necesita para conectarse en línea.

Los argumentos de Elon Musk para emprender este proyecto parecieran tener antes que nada un aspecto social: poder brindar cobertura en zonas desprotegidas del planeta, es decir, lugares en donde las dificultades de cobertura hacen imposible tener acceso a internet. Por ello, si Starlink enfoca sus esfuerzos, al brindar cobertura a solo el 5 % de la población sin servicio en el mundo se estaría hablando de más de 370 millones de personas, según palabras de Musk.

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Finalmente, recuerde usted que los satélites tradicionales normalmente se ubican a 36,000 kilómetros de distancia de la Tierra. Si bien en México se han hecho grandes esfuerzos por brindar cobertura satelital, incluyendo los servicios de banda KA, todos estos servicios se ven impactados de manera fundamental por las regiones de cobertura, el costo de segmento satelital, la mayor distancia que recorren los datos en relación con la tierra para brindar el servicio y los costos de adquisición de antenas y equipos periféricos. Por último, el bajo costo de lanzamiento de Musk en operaciones masivas por número de frecuencia y volumen de manufactura, aunado a la autorización otorgada por el IFT el pasado 28 de mayo de 2021, pondrá a todos los prestadores de servicios e integradores a competir literalmente en una nueva realidad…lo juegos del hambre.

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Creador de diversos canales de televisión para la industria de televisión por cable. En los últimos años ha dirigido medios de comunicación como Radio y Televisión de Guanajuato, Canal Once del Instituto Politécnico Nacional y PCTV.*

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