A estas alturas podría resultar un cliché mencionar que la pandemia trajo consigo un cambio de las actividades de manera profunda y, sin embargo, a poco más de un año del inicio del confinamiento, seguimos sin entender el profundo nivel de reconstrucción y reorganización que estamos viviendo.
Sin duda, uno de los principales cambios es la digitalización del comercio, cuyo crecimiento ha sido exponencial en el último año. Muchas personas que se mantenían al margen de las compras por Internet, se vieron forzadas a hacerlo y les encantó. Por ello, al crecer la demanda de compras digitales, la logística asociada también creció.
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“En qué se sostiene realmente el comercio electrónico, podríamos preguntarnos y una de las respuestas es en la eficiencia en la cadena de suministros, no sólo en la comunicación de plataformas digitales, sino en el transporte porque, más allá de contar con presencia en alguna red social, es muy importante contar con la infraestructura de conexión entre el cliente y el productor o prestador de servicios. Es justo ahí donde entra la parte logística como medular. El año pasado, en los puntos más críticos de la pandemia, se cerró el acceso a los centros comerciales. Llevar mercancía y servicios hasta el consumidor construyeron un nuevo modelo de negocios que está en constante ajuste”, comentó Claudio De la Peña, director de Ventas y Mercadotecnia, Daimler Trucks México para Forbes México.
A partir de la pandemia por Covid-19, las cadenas logísticas han tenido que evolucionar y adaptarse, creando tendencias y estrategias inteligentes, en consecuencia, la reducción de costos ha sido una de las medidas más importantes, los transportistas han tenido que redoblar esfuerzos para lograr una optimización de recursos.
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La industria del autotransporte fue declarada como esencial, por su rol en el desplazamiento de insumos básicos y médicos para la subsistencia de la población. No obstante, ha tenido altibajos durante la pandemia. “Uno de los principales indicadores en la industria es el uso de flota. En 2019, México tenia un 95% a 98% de uso de activos, es decir, estaban trabajando a su máxima capacidad. En los meses críticos de la pandemia en 2020, este uso de la infraestructura cayó a menos del 60%. No obsante, en 2021 ha tenido una recuperación que nos lleva a un 80%”, explicó De la Peña.
El futuro de la movilidad para el transporte está intrínsecamente relacionado con la innovación tecnológica, sobre todo en los aspectos de digitalización y electrificación. Por tanto, impulsar la tecnología como pilar clave para mejorar la eficiencia, productividad y rentabilidad de las unidades de transporte es fundamental para el desarrollo económico.
En el futuro de la movilidad están la digitalización y electrificación, así como el desarrollo y comercialización de unidades cada vez más sustentables, seguras, eficientes e incluso autónomas.
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