La era digital en la que ya operan todas las empresas de México, sean del tamaño o industria que sea, se traduce en mayores exigencias en cuanto a velocidad de servicio y mayor contacto o escrutinio de los stakeholders, por lo que la planeación y la previsión son fundamentales para satisfacer las necesidades de los consumidores con eficiencia y seguridad.

Se podría pensar que planeación y previsión son sinónimos de largas reuniones de trabajo con directores de distintas áreas que al final solo atrasan el servicio o los productos de la empresa, y quizá alguna vez pudo ser así, pero ya no más. Las empresas de hoy saben planear y prever en tiempo real, entienden que son procesos continuos, y la base para que sus servicios digitales sean desplegados a la velocidad que el mercado requiere.

Sí es verdad que cualquier nuevo producto o servicio necesita de un amplio proceso de planeación interna entre distintas áreas y equipos que quizá ni siquiera vivan en el mismo país, proceso que además deberá verse acompañando por la utilización de datos para la toma de decisiones. Asimismo, una vez lanzado al mercado, será necesario un seguimiento constante y afinación sobre la marca que permita mejoras en cuanto a eficiencia, tiempo o seguridad.

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Antes, un producto que llegaba al mercado permanecía sin cambios hasta una nueva generación o modelo, pero hoy todos los productos digitales, desde aplicaciones bancarias hasta videojuegos, son actualizados y mejorados constantemente con base en el propio uso y comentarios de los usuarios.

Ejemplo de esto son las metodologías ágiles, que grandes empresas en todo el mundo utilizan para, por ejemplo, lanzar nuevos productos o servicios a sus clientes y poder irlos ajustando o mejorando sobre la marcha. Lejos de ser un capricho por lanzar un producto sin terminar, por cumplir una fecha, se trata de una forma muy eficiente y probada de que sean los propios usuarios finales los que ayuden a que ese nuevo lanzamiento sea mejorado.

Los procesos ágiles también permiten ahorrar costos, pues el hecho de ir probando el producto en sus diferentes etapas permite minimizar el riesgo de fracaso, y que el cliente se sienta más valorado al saber que la empresa está tomando en cuenta sus comentarios para mejorar el producto.

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Y es que la única forma de poder satisfacer a un consumidor cada vez más informado, que tiene necesidades más específicas y que se ha acostumbrado a recibir un servicio premium al instante es con tecnología y talento, obviamente, pero también con una planeación magistral que ayude a prever tendencias, cambios o riesgos, y a tener protocolos de actuación ante cualquier posible incidencia.

Por otro lado, la era digital también permite que los usuarios tengan mayor peso en el éxito de cualquier nuevo servicio o producto, porque sus comentarios o recomendaciones son cada vez más importantes para la decisión de compra de otros consumidores, y más allá de preverlos, hay que planear como atenderlos y solventarlos con agilidad y transparencia. Así, vemos que la planeación está presente en todo el ciclo de vida de cualquier nueva oferta, y que es un proceso vivo.

La era digital es solo el primer paso hacia una sociedad dónde la Inteligencia Artificial y los robots tendrán cada vez mayor peso en el mundo laboral y en no muchos años será común verlos hasta en la cocina de nuestro restaurante favorito. Básicamente empezarán a realizar funciones monótonas y repetitivas, en donde con la práctica serán mucho más rápidos y certeros que los humanos, esto permitirá que nosotros tengamos más tiempo de planear y prever. Estará en nosotros, los directores de empresas, saber destinar el tiempo de nuestros equipos humanos y el nuestro propio a mejorar a planeación de nuestra empresa.

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Contacto:

*Mario Chao es CEO de Everis México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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