Si hay una semana crucial para el presente y futuro de la niñez mexicana es esta, ya que la Cámara de Diputados discutió del 8 al 14 de noviembre cómo será la distribución y el destino de los recursos públicos mediante el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

El Pleno de San Lázaro ha dicho que basará sus debates en tres ejes: bienestar social, proyectos de inversión para detonar desarrollo y finanzas públicas saludables. En este tenor, será fundamental que priorice a sus niñas, niños y adolescentes para que pueda garantizarles sus derechos fundamentales como la educación, la salud o la máxima protección y no comprometa su desarrollo.

Sin embargo, hasta ahora el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación solo contempla destinarles el 15.8% del gasto público programable para 2022, a pesar de que representan más de un tercio de la población del país y, si lo analizamos a detalle, nos daremos cuenta de que las asignaciones de los recursos son en general insuficientes.

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Por ejemplo, actualmente 1 de cada 10 niñas, niños y adolescentes en México es víctima de trabajo infantil y es posible que la pandemia lo incremente en al menos 5.5%. Pese a ello, las instituciones destinadas a prevenirlo y erradicarlo no han recibido la atención suficiente.

Este es el caso de la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo perteneciente a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la cual solo cuenta con 468 inspectores laborales para investigar a más de 4 millones de empresas sin considerar los desafíos de la detección del trabajo infantil en el sector informal; esta cantidad, como es posible imaginar, no permite que la institución realice adecuadamente su encomienda.

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Por esa razón, es necesario que los recursos destinados se incrementen en un 100% -pasando de $30,121,134.00 a $60,242,268.00- y así aumenten sus capacidades de atención y actuación para que cumpla con los compromisos que el país ha adquirido a nivel internacional y con aquellos que la legislación le mandara.

Los legisladores tienen en sus manos el poder de proteger a la niñez. No hacerlo facilitará que se violen sus derechos, pero también pondrá en riesgo el ingreso nacional por exportaciones que se llevan a cabo en el marco del TMEC. Escuchemos las necesidades y demandas de las niñas, niños y adolescentes; ellas y ellos también cuentan.

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Josefina Menéndez es directora general de Save the Children

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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