Cumplir tus propósitos no debería ser difícil; si te los planteaste, significa que son cambios que necesitas en tu vida, que sabes porqué y cómo mejorar para alcanzar tus metas. Entonces, ¿por qué es tan normal que termines el año sintiendo que no lograste lo que hace 365 días deseabas tanto?  El deseo de mejorarse es un factor común de los seres humanos pero según un estudio de la Universidad de Scranton, en Pennsylvania y el instituto de investigaciones Statistic Brain, solamente 8% de las personas que se plantean propósitos, logra cumplirlos. Esto quiere decir que tres de cuatro personas terminan el año igual que lo empezaron.

El estudio plantea otros datos interesantes: 25% de la muestra de personas involucradas en la investigación no los cumplieron ni siquiera la primera semana de enero; 55% los abandonó antes de terminar el primer mes del año y 20% después de seis meses. ¿A qué porcentaje perteneces tú?

Hacer cambios significativos y que alteran tu cotidianidad –comer mejor, dejar de fumar, hacer ejercicio, usar menos el teléfono, ahorrar dinero– y además seguir con tus tareas y responsabilidades de siempre es un reto. Por eso, todo cambio necesita una estrategia; sí, igual que haces con tu empresa: pequeños pasos en un plan a largo plazo, objetivos específicos y realistas y planeación de todos los detalles. Si sabes cómo hacerlo en tu ámbito profesional, ¿por qué no podrías aplicarlo al personal?

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Haz una pausa y evalúa tu situación. Antes de empezar a plantearte propósitos y un plan para cumplirlos, responde:

  • ¿Qué obstáculos has encontrado en los años anteriores?
  • ¿Qué te limitó de lograr el cambio?
  • ¿Qué estrategias sí resultaron efectivas y cuáles fallaron?

Me basaré en cinco herramientas para ayudarte a crear un plan de acción que te coloque en ese 8% de personas que logran cumplir sus propósitos.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

1. Estrategias de autocontrol

Más allá de la fuerza de voluntad –la capacidad que te impulsa a hacer lo que te propones, a pesar de los contratiempos–, todas tenemos una herramienta valiosa para controlar y manejar nuestro comportamiento: se llama autocontrol.

Esta habilidad te permite elegir la dirección de tu conducta y tu reacción a las acciones externas. Aprender a dominarla es una gran forma de cambiar tu situación y acomodarla a tus necesidades. Es anticiparte a esos factores que pueden actuar en tu contra y sabotear tus planes.

Por ejemplo, si planeas pasar menos tiempo en tu celular, anticípate usando aplicaciones de control de tiempo en pantalla, eliminando las notificaciones que no son para nada urgentes o, si ya tienes algo de autocontrol practicado, eliminando aquellas apps que te quitan tiempo y dinero pero no le suman a tu vida ni a tu productividad.

¿Tu propósito fue ser más sana? El autocontrol frente a la tentación es mucho más difícil de dominar. Así que, anticípate: no compres alimentos que no quieres comer y sustitúyelos por opciones saludables a las que puedas tomarle el gusto poco a poco.

Quiero que te adelantes ante el sabotaje más que confiar 100% en tu fuerza de voluntad. Uno cambia cuando planea y ejecuta.

Sigue en esta sección el avance contra la pandemia en México y el mundo

2.  Empieza con solo UN propósito.

En lugar de elegir 12 propósitos y fracasar 12 veces, elige un solo propósito; esto no quiere decir que no puedas lograr más propósitos, aquí la idea es priorizar y ser más asertiva.

Haz tu objetivo especifico y realista. ¿Perder peso? Sí, pero ¿cuánto?, ¿comiendo qué?, ¿apoyándote en una nutrióloga? ¿Hacer deporte? ¡Increíble! ¿Cuántas veces a la semana? ¿En casa o en un gimnasio? ¿Qué aplicación o clase te funcionaría mejor? ¿Exactamente cuánto tiempo quieres invertirle?

Enfocarte en tareas realistas y específicas sobre las que tienes más control es una gran manera de mantenerte motivada porque ver resultados –aún de pequeños cambios–  garantiza la continuidad. Proponerte, por ejemplo, correr un maratón sin tener un plan de entrenamiento paulatino, resultará en una carga de culpa en vez de un propósito.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

3. Crea un plan fácil de lograr

Para convertir tu propósito en una acción simple, solo pregúntate: ¿Qué acción fácil podría hacer ahora mismo para empezar con mi propósito?

Escribir detalladamente todos los pasos que tienes que seguir para ejecutar cada pequeña acción inmediata es la clave para ser constante. Esto es crearle a tu cerebro secuencias fáciles de seguir, recordar y repetir.

Si quieres aprender un idioma, por ejemplo, que tu lista inmediata se vea así:

  1. Bajar una app para aprender idiomas
  2. Ponerla en un lugar prominente de mi pantalla
  3. Poner recordatorios 3 veces al día
  4. Por cada vez que entre a Instagram, entrar la misma cantidad de tiempo a aprender un idioma.
  5. Utilizar los trayectos en auto o transporte público para escuchar y practicar.

Descarga gratis la edición impresa de Forbes Centroamérica

4. Ten claro tu “para qué”

El autor y conferencista Simon Sinek tiene una plática TED fabulosa centrada en la pregunta “¿Para qué?” en la que explica porqué empezar cualquier acción desde el “para qué o por qué” y no en el “cómo” tiene cambios estructurales en nuestras acciones.

Piensa en tu lista de propósito y reflexiona: ¿por qué quiero cambiar? ¿Lo estoy haciendo por mí, o por alguien más? ¿Para qué puede servirme este cambio? ¿Con qué herramientas cuento para lograrlo?  Estar conectada con lo que ya tienes y visualizar tus beneficios será tu motor en los días mas difíciles.

Es fundamental tener la seguridad y confianza de que estás preparada para afrontar esto.

Sigue la información de economía y negocios en Forbes Centroamérica

5. Repite, repite, repite

Un estudio realizado por Jane Wardle, profesora del University College, de Londres afirma que necesitas 66 días para crear un hábito. Es decir, nos toma ese plazo convertir una actividad en una acción automática, que no necesite fuerza de voluntad, autocontrol o sacrificio. 

La base de esta idea es, por supuesto, la repetición. Realizar la acción todos los días, sin asociarla a nuestro estado de ánimo o circunstancias externas. Lograr eso integra el hábito a tu vida y refleja un cambio claro en tu rutina.

66 días pueden parecer demasiado, ¿si algún día fallas o no te sientes motivada? No lo asocies con la falta de motivación o voluntad, mejor analiza tu avance, ajusta tu estrategia, reconocer los obstáculos y trabaja para eliminarlos de la manera más práctica. Si un día fallas, tienes el siguiente para rectificar.

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

Linkedin: Ana Pazos Life Coach

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

credito-oro-dinero-Reuters
¿Qué elemento es vital para obtener y otorgar crédito?
Por

¡Préstame dinero por favor, luego te lo pago! ¿Ay andalé, si? Toooooodos hemos escuchado eso en la voz de un familiar, u...