La compra de la refinería Deer Park en Estados Unidos y la construcción de la nueva central refinadora de Dos Bocas aliviarán la creciente importación de gasolinas que registra México, por lo que el país avanzará hacia la autosuficiencia, pero no resolverá el déficit de ese combustible.
México tiene seis refinerías antiguas y en algunos casos prácticamente obsoletas que apenas alcanzan a producir en conjunto un promedio de 247 mil barriles diarios de gasolina así que, para satisfacer la demanda de gasolinas automotrices, se compran en el extranjero casi 300 mil barriles al día.
Con adquisición de la refinería Deer Park que fue autorizada por las autoridades regulatorias de Estados Unidos a finales de diciembre de 2021, Petróleos Mexicanos (Pemex) será propietario al 100 por ciento de la refinería que data de principios del siglo pasado, pero con buenas condiciones operativas. La planta que le costará alrededor de 1,200 millones de dólares opera al 90% de su capacidad de procesamiento, que es de 340 mil barriles de petróleo al día.
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La planta ubicada en Houston Texas, y que era propiedad de Shell y Pemex, a partes iguales, tiene una capacidad para producir 131 mil barriles de gasolina, así como volúmenes menores de diésel y turbosina y otros derivados de petróleo.
En tanto, la nueva central de refinación de Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco, tendrá una capacidad similar y su costo será unas ocho veces más elevada ya que rondará en los 10 mil millones de dólares.
Considerando que Shell no tenga contratos de largo plazo que cumplir con sus clientes, Pemex podría disponer del volumen total de combustibles para satisfacer la demanda en México y cuando se inaugure la refinería de Dos Bocas podrá contar con hasta 170 mil barriles de gasolina.
De esa manera, se abatirían casi totalmente las compras en el extranjero de gasolinas, pero no desaparecerían toda vez que la demanda de combustibles automotrices sigue en ascenso a pesar de la incursión de los vehículos a gas natural y LP, así como de autos y camiones eléctricos.
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En todo caso habría que esperar los resultados de los trabajos de reconfiguración y modernización de las refinerías que ha anunciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con una inversión de alrededor de 10 mil millones de pesos y que la demanda de combustibles disminuya para alcanzar la autosuficiencia energética que tanto enarbola el gobierno morenista. Sin duda, pasos relevantes para atender el déficit de combustibles que las pasadas administraciones omitieron.
Lo que se antoja temerario del actual gobierno es que siga ofreciendo precios bajos en gasolinas, diesel y turbosina, considerando que las cotizaciones están vinculadas al comportamiento del mercado internacional y hasta el momento el sector público no ha mostrado el menor interés por disminuir los impuestos que impactan en el precio final de los petrolíferos.
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