En días recientes, la Comisión de Gestión Integral del Agua del Congreso de la Ciudad de México presentó la Iniciativa “Ley de derecho humano al agua, su saneamiento y la gestión integral y sustentable de la CDMX”. Una ambiciosa propuesta que buscar promover las condiciones necesarias para lograr la seguridad hídrica y un uso sustentable de los recursos hídricos en esta Ciudad.

Es claro que atender la problemática hídrica y los retos que conlleva en la Ciudad de México requiere de una legislación que sea eficaz y consistente con la realidad que pretender regular. Es necesario, por tanto, desarrollar un andamiaje legal que permita una mejor planificación y gestión de los recursos hídricos para enfrentar un escenario por demás complejo: una creciente disminución de la disponibilidad de agua por la sobreexplotación de los acuíferos, problemas de calidad del agua, deforestación, crecimiento urbano desordenado y por supuesto, los efectos del cambio climático, sin dejar de lado la necesidad de regular los aspectos relacionados con el derecho humano al agua, en línea con la reforma constitucional federal de febrero 2012.

Con un ejercicio que inició con una serie de “Foros de Parlamento Abierto”, realizados en las 16 alcaldías de la Ciudad de México, así como foros específicos con especialistas y organizaciones de la sociedad civil como Agua Capital, se generó un espacio donde participaron actores relevantes del sector en la materia, con el fin de intercambiar ideas y propuestas que pudieran nutrir esta iniciativa de principal relevancia para los habitantes de esta ciudad.

Cabe destacar que, entre otros aspectos relevantes de la iniciativa, se encuentran disposiciones relativas al cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento, el impulso de una mejor calidad del agua, así como las soluciones basadas en la naturaleza como un eje esencial para lograr la seguridad hídrica, que se reflejan en acciones como la captación y cosecha de agua de lluvia, conservación y restauración de los ecosistemas, y protección de las fuentes de agua, sin dejar de lado la misión de contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con del agua.

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¿Por qué es importante incorporar estos temas en una Ley? Primero, porque se trata de soluciones innovadores y de largo alcance que ayudan a las ciudades para la conservación o rehabilitación de los ecosistemas naturales, principalmente en aquellas zonas sobreexplotadas o con un alto índice de escasez.

Y es así, que con el fin de incrementar el nivel del agua en los acuíferos para mitigar su sobreexplotación, esta ley propone incorporar y construir en las zonas de reserva ecológica y áreas verdes de la Ciudad de México, obras de conservación de suelo y agua como pozos de absorción, biorentenciones, tinas ciegas, represas, ollas de agua, lagunas de infiltración y otras obras necesarias para la captación de aguas pluviales, en sitios propicios y preferentemente en zonas de alta permeabilidad, y de acuerdo a su viabilidad técnica.

También busca promover en las zonas urbanas y rurales la captación, almacenamiento y uso eficiente del agua pluvial como un recurso alterno para ampliar el acceso a este preciado recurso, para lo cual se incentiva la cosecha de agua de lluvia y su uso en actividades rurales, urbanas, comerciales, industriales y aquellas en donde sea viable.

Sin duda la intención de incorporar las soluciones basadas en la naturaleza, resulta fundamental. Es importante recordar que estas soluciones utilizan o imitan los procesos naturales del ciclo del agua para complementar a la ingenería tradicional y contribuir a contrarrestar, por su parte, en los distintos riesgos alrededor de la seguridad hídrica que comprometen en si mismo la viabilidad futura de la ciudad.

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Dentro de esta discusión, no podemos dejar de lado la importancia del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la necesidad imperante de que cuente con las facultades necesarias que le permitan atender de manera debida el gran reto que implica la gestión del agua en esta Ciudad.

Resulta fundamental que cuente con las capacidades y autonomía técnica, operativa y financiera para cumplir dicha función, y que se establezca un esquema apropiado para fomentar la debida coordinación con las demás autoridades y niveles de gobierno, y con los actores sociales y especialistas de todos los sectores, en este tema de interés común.

Cualquier propuesta legislativa que se discuta y, en su caso, sea aprobada, debe estar orientada a mejorar el aprovechamiento y el manejo del recurso hídrico; garantizar la sustentabilidad de los ecosistemas que están vinculados con el mantenimiento del ciclo hidrológico y promover el uso y difusión de información para la mejor toma de decisiones, y la participación ciudadana en las distintas acciones necesarias.

Como Agua Capital, Fondo de Agua de la Ciudad de México, estaremos siempre atentos a promover el intercambio de ideas y la participación ciudadana para contar con el mejor marco jurídico de acuerdo a las necesidades y realidades que enfrenta nuestra ciudad para lograr la seguridad hídrica para todos con una visión de largo plazo.

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