Desde ya hace unos años, tanto a nivel mundial como en México, la electromovilidad ha sido un tema central en la industria automotriz. Los consumidores cada día buscan alternativas de movilidad amigables con el medio ambiente con el objetivo de contribuir a la lucha contra el cambio climático y la contaminación.

En las últimas décadas, hemos creado diferentes esfuerzos de política pública para mitigar las emisiones contaminantes. En 1992, se creó el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el cual ha sido ratificado por 197 países, incluido México. Hace unas semanas, se celebró en Glasgow, Reino Unido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) en donde participaron representantes de cientos de países con el objetivo de diseñar acciones concretas para detener el incremento de la temperatura mundial y combatir el cambio climático.

Como industria, celebramos este tipo de iniciativas que nos permiten ajustar nuestro trabajo para contribuir a un mejor futuro. Gracias a la innovación y ciencia, hoy en día tenemos la tecnología necesaria para crear vehículos que sean híbridos y eléctricos, proveyendo al mercado con productos que ayuden a cumplir con estos objetivos.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

En México, la producción de vehículos eléctricos ya es una realidad, pero sin duda todavía tiene un camino por recorrer. De acuerdo con las cifras más recientes, las ventas de agosto de 2021 estuvieron compuestas por 74 eléctricos, 254 híbridos conectables y 3,656 híbridos. Durante el mismo mes del 2021, los vehículos híbridos y eléctricos representaron el 0.35% del total de vehículos ligeros en circulación en México. Finalmente, en agosto de 2021, la venta de vehículos híbridos y eléctricos creció 121% comparado con el mismo periodo de 2020.

Sin embargo, desde la AMIA, consideramos que se requieren de 4 pilares para la transición hacia esta movilidad eléctrica y podamos cumplir con estos compromisos globales: un marco legal holístico; infraestructura; incentivos fiscales y no fiscales; y educación al consumidor.

Para que todos los actores involucrados podamos trabajar de la manera más eficiente, es necesario un marco legal para dar claridad sobre los roles tanto del Gobierno, la Iniciativa Privada y los Ciudadanos. A su vez, se requiere un marco normativo para establecer requisitos mínimos en relación con los sistemas de recarga y la protección eléctrica de los vehículos.

Por otra parte, en México carecemos de la infraestructura necesaria para que tanto los consumidores como las empresas, puedan optar por la compra y fabricación de vehículos híbridos y eléctricos. Se requiere un esquema integral para ampliar la red de estaciones de recarga y accesibilidad en el espacio público.

¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información

Crear incentivos tanto fiscales como no fiscales, impulsaran la fabricación y compra de vehículos. Esto, también permitirá que los vehículos eléctricos e híbridos se conviertan en un producto más accesible para la población en México y no solo sea catalogado como un auto de lujo. Además de incentivos monetarios, pues hay posibilidad de crear iniciativas para, por ejemplo, estacionamiento gratuito en la vía pública o carriles de circulación únicos para este tipo de vehículos.

Finalmente, desde la AMIA estamos trabajando para difundir información sobre los vehículos con tecnología híbrida y eléctrica. Consideramos que entre más personas tenga conocimiento sobre el tema, éstas optaran por acercarse a este mercado para tomar decisiones más informadas y finalmente, utilizar un vehículo amigable con el medio ambiente.

Es importante recalcar la importancia de la fabricación de este tipo de vehículos en México. La inversión en este tipo de tecnologías permitirá el hospedaje de capital en nuestro país, además de la creación de miles de empleos adicionales, contribuyendo así al crecimiento y desarrollo económico de cientos de familias.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

Recientemente, el Congreso de Estados Unidos presentó una propuesta para otorgar créditos fiscales a consumidores estadounidenses que adquieran vehículos eléctricos ensamblados en ese país. La medida propuesta aplicaría para vehículos vendidos a partir de enero de 2022 y hasta diciembre de 2031. Esto, abre la riesgosa posibilidad de que las empresas detengan sus planes de producir vehículos eléctricos en México; también, una mayor demanda de vehículos eléctricos en EE.UU. implicará una menor demanda de vehículos de combustión interna y, por tanto, una menor producción de estos últimos en México. A partir de 2022 surge el riesgo de una pérdida gradual en las inversiones en México, al igual que un golpe a la producción, dañando a la economía mexicana y a la industria automotriz.

Como industria, requerimos el apoyo de políticas que permitan poner el tema de electromovilidad al centro de la conversación en la agenda pública. Consideramos que la transición hacia este tipo de movilidad traerá múltiples beneficios al país y a su vez, a la humanidad entera, pero se necesita del trabajo en conjunto.

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Inflacion
La inflación ya no será exclusivamente un fenómeno monetario
Por

Al revisar las últimas cifras de inflación para México, el dato de 7.05% a tasa anual no sólo resulta preocupante, sino...