Una de las preguntas que todos nos hacemos es cuánto va a durar esta recesión en la que nos encontramos. Ahora que estamos a punto de terminar el primer trimestre del año, vale la pena visitar algunas de las cifras oficiales del 2020, así como las perspectivas económicas para el resto del año.  Es difícil de creer, pero la crisis económica derivada de la pandemia del Covid ha afectado literalmente a todas las regiones del mundo.  La contracción económica global simplemente no tiene precedentes. Según cifras del Banco Mundial la economía del mundo se contrajo el año pasado en -4.3%.

Algunos países pudieron sortear la crisis mejor que otros. China, por ejemplo, creció 2%, mientras que países como Estados Unidos decrecieron -3.6%, Japón -5.3% o Brasil -4.5%. México es de los países que más sufrieron el impacto de la crisis con una contracción del -9%. Nuestro caso es doblemente preocupante porque ya veníamos con una ligera contracción del -0.1% en el 2019. En contraste,  China, Estados Unidos, Japón o Brasil crecieron 6.1%, 2.3%, 1.4% y 1.3% respectivamente. Eso significa que el crecimiento acumulado 2019-2020 para México fue de -9.1%, mientras que para China fue 8.1%, Estados Unidos -1.3%, Japón – 3.9% y Brasil -3.2%. Estas cifras son importantes tenerlas en mente cuando analicemos las proyecciones para el 2021. 

Después de un año tan lleno de retos como el que hemos vivido en el 2020, todos estamos esperando que la recuperación llegue lo más rápido posible. En este sentido ¿qué nos dicen los expertos que podemos esperar en crecimiento en este año? Las cifras del Banco Mundial nos hablan de un crecimiento esperado a nivel global de 4%. Esto significa que en muchos países del mundo se va a recuperar una buena parte de lo perdido en el 2021. En China, por ejemplo, se espera que el crecimiento sea de 7.9%. Más que suficiente para recuperar lo perdido y regresar al crecimiento positivo acumulado en los últimos dos años. En Estados Unidos se pronostica un crecimiento de 3.5% casi recuperando lo que se perdió en el 2020. Japón y Brasil se quedan un poco atrás de lo que perdieron con tasas pronosticadas de 2.5% y 3% respectivamente. Para México se pronostica un crecimiento de 3.7%, lo cual implica que estaríamos muy lejos de una recuperación de lo perdido el año pasado.

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Estas cifras son dramáticas.  Los números no mienten y nos hablan de que tenemos que trabajar arduamente para mejorar lo que ya es claramente una crisis sin precedentes. Afortunadamente no necesitamos inventar rutas de recuperación imposibles. Podemos aprender de lo que otros países han construido con éxito. Los expertos nos hablan de cuatro áreas que ayudan a construir una economía más robusta con posibilidades aceleradas de crecimiento:

– Fomentar cambios organizacionales apoyados en avances tecnológicos. La pandemia puede desencadenar mejoras organizacionales reales y duraderas en los negocios y alentar la adopción de tecnologías de producción más eficientes.

– Construir cadenas de suministro más diversas y resistentes. A raíz de todas las dificultades que vivimos en la pandemia es evidente que las cadenas de suministro deben reestructurarse de manera que aumenten su flexibilidad y resiliencia.

– Mejoras en acceso a educación de calidad. Cuando el acceso a una educación de calidad es débil, como en nuestro país, debe de hacerse un esfuerzo importante en construir una red de internet confiable y disponible para las masas. La pandemia nos ha mostrado que las herramientas para el aprendizaje a distancia pueden ser una manera efectiva de entregar conocimiento. Siempre y cuando se tenga acceso a internet de alta velocidad y se desarrollen metodologías innovadoras de aprendizaje.

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– Desarrollo financiero. En países en vías de desarrollo como México, las tecnologías digitales probadas en la pandemia pueden ampliar el acceso a financiamientos eficaces, permitir una prestación de servicios gubernamentales más eficaz, así como acelerar la tendencia hacia la automatización de algunas ocupaciones rutinarias que aumenten de manera importante la productividad.

Todos estos retos que enfrentamos nos hablan de que nuestro país se podría dirigir hacia unos años de crecimiento decepcionantes. Sin embargo, estamos a tiempo de hacer ajustes en nuestras políticas y estrategias de desarrollo. Para detener o revertir el daño económico de la pandemia, o para aprovechar cualquier oportunidad que la pandemia pueda ofrecer, se necesitan reformas integrales. Es momento de implementar acciones que nos permitan mejorar nuestras perspectivas.  Las reformas institucionales para estimular el crecimiento son particularmente importantes. Se necesita un esfuerzo político integral para reavivar un crecimiento sólido, sostenible y equitativo. Ahora, más que nunca, es indispensable trabajar en un paquete de reformas para aumentar la inversión en capital humano y físico.

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Luis Durán es Director General de Strategy Primus y Presidente del Comité de Difusión de la COPARMEX*

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