La hacienda pública muestra una nueva cara para el tercer ejercicio de gobierno, con trato específico por segmento y tamaño de contribuyentes, y con medidas para incrementar la confianza de los ciudadanos y empresas.

En esta tarea realizada por el Sistema de Administración Tributaria es evidente un orden que ha redituado en mayores ingresos, combate a la corrupción y pulcritud técnica.

Simplificar el proceso de pago de impuestos es el paso anunciado para una obligación ampliamente regulada y siempre difícil como es el cobro de impuestos. Bajo la titularidad de Raquel Buenrostro hay una plan definido y congruente con la propuesta electoral que se realizó en 2018.

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Separar el poder económico del político y hacer un cobro ajustado al marco legal, son acciones irreprochables que ahora tendrán un capítulo fiscal destinado a ciudadanos y empresas en la presentación de trámites.

Experiencias internacionales muestran que la simplificación permite aumentar la base tributaria entre 15 a 30%, de acuerdo con la meta proyectada por el SAT. Si bien no es un crecimiento inmediato, a mediano y largo plazo es benéfico aún si el pago de obligaciones es bajo, como ocurrirá si la propuesta de paquete fiscal es aprobada en el Senado de la República.

Como toda acción de gobierno y aún más las de carácter técnico, la difusión y comprensión por parte de los ciudadanos y empresas, permiten que sean letra viva y factible de cumplir. En este caso muestra la cara más noble de la obligación del Estado para su funcionamiento.

La invitación de la autoridad tributaria es sumarse al pago de contribuciones con la garantía de beneficios hasta hoy vedados, como créditos, capacitación y ser proveedor del sector público, que sin duda serán atractivos para ciudadanos en la informalidad. De hecho, alrededor de 50% de trabajadores se ubican ahí con gran aporte al PIB, pero sin ingresos para el erario.

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La apuesta, en voz del Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, es facilitar el proceso a pequeños contribuyentes que, en ocasiones por desconocimiento, realizan pagos mayores. Si el ingreso es menor a 300 mil pesos por año la tasa impositiva será de 1%, y si los ingresos superan los 3.5 millones de pesos, de 2%. Esto abarca a 82% de las personas físicas que se beneficiarán con el modelo.

Al paso de los tres años de gobierno, el régimen debe ser evaluado en este terreno porque se ha significado en dar orden en el caso de grandes contribuyentes, modificar esquemas evasivos tipo outsourcing, redistribuir recursos para gasto social y obra y, ahora, captar nuevos contribuyentes.

Sin abdicar del cumplimiento de la norma y que a veces cobra notoriedad cuando se trata de figuras públicas, en la práctica son millones de personas quienes cubren sus obligaciones como parte de un sistema de mercado, en suma, una democracia funcional que rompe inercias y busca nuevas formas de productividad.

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Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

TW: @guerrerochipres

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Twitter: @elconsejomx

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