Por Anderson Ramires
En los últimos años hemos observado un aumento en los esfuerzos de transformación digital tanto de empresas mexicanas como globales, una respuesta para mantenerse relevantes en un panorama de negocios altamente volátil e incierto. El reporte del Digital IQ 2022 destaca que más de la mitad (53%) de las empresas en la región de Norteamérica, incluyendo a México, aceleraron su transformación digital.
Y es que una transformación digital trae numerosos beneficios para las empresas. Por ejemplo, los ejecutivos encuestados que reportaron haber implementado tecnologías como inteligencia artificial, automatización y cloud computing destacaron que estas los ayudaron a simplificar y optimizar procesos (51%), mejorar la seguridad de los datos (48%) y reducir costos (41%).
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La digitalización es un proceso que conlleva la aplicación e integración de tecnologías en todas las áreas y departamentos de la empresa y por consecuencia transforma procesos, estrategias, productos e incluso la forma de dar valor a los clientes. No obstante, hemos observado que los esfuerzos de transformación digital, en la gran mayoría de las empresas mexicanas, están descordinados de la estrategia corporativa.
Digitalizar la función financiera
Alinear los esfuerzos de transformación digital a los de la estrategia corporativa implica comenzar a digitalizar la función financiera, debido a que esta es el área que podría facilitar una mejor toma de decisiones tanto interna como externa, así como permear las inversiones digitales a otras áreas como las operativas.
Al respecto, la encuesta CFO Digital reveló que las principales motivaciones de los líderes financieros para digitalizar la función de finanzas son mejorar la toma de decisiones (94%) y reducir costos (86%).
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El director de Finanzas (CFO) debe asumir un rol de liderazgo en la estrategia digital; debe hacer suya la digitalización para así enseñar a las demás áreas de la organización cómo implementar una estrategia digital exitosa y con un propósito específico: generar un retorno de inversión (ROI).
El CFO necesita reconocer que el uso de tableros digitales u otro tipo de tecnología no es sinónimo de una transformación digital. También requiere un plan en el que pueda alinear los esfuerzos digitales con la estrategia corporativa y así medir el ROI garantizando que las inversiones alcancen su objetivo y capturan valor.
Canalizar los esfuerzos para un ROI exitoso
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Es importante mencionar que el CFO tiene que canalizar los esfuerzos digitales, pero no desde una posición de back office, sino desde una de front office, es decir, tendrá que tomar el papel de socio estratégico; y es que más que ejecutar un trabajo administrativo, deberá ejercer su liderazgo en las otras áreas de la empresa y generar información de valor para la toma de decisiones.
Al tener esta perspectiva de socio estratégico, los CFO podrían evaluar el desempeño de las inversiones digitales en las diferentes áreas de la organización y con ello, medir un ROI que pueda evaluar costos, eficiencias operativas y agilidad, pero claramente ligado a la estrategia general de la empresa con objetivos específicos de la digitalización.
Sin lugar a dudas, la transformación digital es un proceso que continuará acelerándose. Aquellas empresas cuyos CFO tengan un liderazgo proactivo por la digitalización en su función, serán las que tendrán un mejor desempeño en el mediano y largo plazo, generando los mayores retornos de inversión.
Anderson Ramires es socio líder de TMT & Digital Services en PwC México*
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
