Las transacciones de M&A en México se encuentran en recuperación, vemos que los inversionistas están retomando este tipo de estrategias para seguir agregando valor a sus portafolios o en algunos casos han hecho desinversiones.
Con la reforma del outsourcing, creemos que va a haber más fusiones y adquisiciones en un futuro cercano, esto con el objetivo de revisar si las combinaciones de la cartera generan valor estratégico para los negocios, razón por la cual las desinversiones son clave para generar efectivo y reinvertir en áreas de crecimiento más rápido y atractivas para los inversionistas.
En nuestra experiencia, pocas empresas se anticipan adecuadamente o abordan de manera proactiva los riesgos de personas clave en tales operaciones. Hay algunas razones para esto y, desafortunadamente, la incertidumbre económica actual, los plazos reducidos, así como las modificaciones en ley han estresado el campo de las negociaciones.
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En primer lugar, las compañías suelen descartar los riesgos de las personas por considerarlos demasiado conceptuales o tácticos para abordarlos estratégicamente. Como resultado, no dedican suficiente tiempo a la gestión de cambios y la comunicación de los empleados para obtener la aceptación de los afectados.
En segundo lugar, dedican un tiempo limitado a la reestructuración organizativa y al mantenimiento de la unidad de negocio para facilitar la venta. Por último, corporativos mexicanos y extranjeros, pueden no estar familiarizados con las prácticas de empleo locales y los requisitos legales, por lo que pueden dudar en involucrar a la gerencia local al principio del trato.
Las organizaciones que buscan aprovechar las desinversiones como una forma de estabilizar sus balances y perseguir nuevos imperativos estratégicos, deben tener en mayor consideración los riesgos de las personas.
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Es sumamente importante comprender el impacto que tendrá la desinversión en la fuerza laboral, decidir quién se queda y quién se va. Esta determinación de estrategias de retención para los talentos clave y la elaboración de un plan estratégico de comunicación y gestión del cambio, también será crucial.
Finalmente, para asegurar un proceso de venta sin problemas, deberán enfocarse en ejecutar las expectativas de pie, como son la entrega de acuerdos de servicios de transición, la replicación de los términos y condiciones de empleo y los programas de compensación y beneficios.
Sin duda, la consideración temprana y estratégica de estos elementos sentará las bases para mitigar con éxito el riesgo y generar valor. Si bien el futuro sigue siendo incierto, las organizaciones que puedan equilibrar la economía con la empatía y adoptar un enfoque centrado en las personas lograrán retener a los mejores talentos, así como obtener el valor posterior al acuerdo.
Contacto:
*Ale Fayad es Principal M&A de Mercer.
*Sofia Cruz, M&A Transactions, Multinational Client Group
Correo: [email protected]
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