Como industria, celebramos las oportunidades planteadas en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Gracias al diálogo constante entre los tres mercados involucrados, hemos creado nuevos escenarios que permitan tanto a México como a la región crecer a favor de la competencia en la industria automotriz.

La entrada en vigor del T-MEC en julio del año pasado, el cual está más enfocado a la regionalización de la producción de partes y vehículos en América del Norte, ha abierto la posibilidad de nuevas inversiones en la cadena de suministro de partes y componentes automotrices. Esto es una buena noticia para todos los productores, trabajadores y empresarios. México gana con este nuevo tratado.

Actualmente tenemos algunos retos que han afectado los pronósticos de crecimiento que teníamos planteados  como la escasez de semiconductores que se ha convertido en uno de los principales obstáculos a los que nos enfrentamos en la industria automotriz.

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La mayoría de los fabricantes de equipo original, conocidos como OEMs (original equipment manufacturer) están programando paros técnicos escalonados en sus plantas para enfrentar la escasez de semiconductores, y también han comenzado a priorizar la producción de vehículos de mayor rentabilidad sobre aquellos con márgenes más bajos, así como eliminar ciertas características electrónicas en algunos modelos para compensar la falta de componentes.

Se esperaba recuperar la producción perdida en el primer semestre hacia fines de 2021 o principios de 2022, sin embargo, la escasez de componentes  se ha mantenido por más tiempo del que los expertos y las OEMs habían considerado.

Hoy en día, se calcula que la capacidad de producción instalada en México es de aproximadamente 5 millones de vehículos al año. Nuestra estimación de producción al cierre de 2021 es de 2.8 millones, es decir  una ocupación del 56% de la capacidad instalada. Cabe recalcar que estas son estimaciones basadas en información general dada a conocer al momento de anunciar las inversiones que actualmente ya están operando.

Por otra parte, el nivel de empleo en el sector fabricante de vehículos se ha mantenido en niveles similares a los que se tenían antes de la pandemia. Según datos del INEGI, a diciembre de 2020 solo se habían perdido 345 plazas, y para el mes de julio de 2021 la disminución respecto al cierre del año anterior era del 0.3%.

En cuanto a la cadena de valor, los datos que publica el INEGI muestran que entre enero de 2020 y julio de 2021 en su conjunto perdió 21,642 empleos al pasar de 961,857 puestos al cierre de 2019 a 940,215 en julio de 2021.

Desde la AMIA, consideramos que para que el T-MEC sea realmente efectivo y benéfico para la industria automotriz y para México, se requiere un progresivo y ambicioso plan de inversión en infraestructura de alta calidad para proyectos de transporte, tecnología de la información (TI) y energías limpias para mejorar el crecimiento económico de México y promover la competitividad de América del Norte a escala global. Consideramos que, para cumplir con este objetivo, se necesitan políticas innovadoras y la estrecha colaboración entre los sectores público y privado.

Asimismo, con el llamado Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) entre Estados Unidos y México, celebrado en Washington hace unos días, por primera vez en varios años, ambas naciones acordaron hacer más competitivas las cadenas de suministro compartidas, especialmente para semiconductores. Por lo que desde la industria automotriz esperamos estos diálogos y mesas de trabajo puedan seguir avanzando y logrando resultados en beneficio del país.

La administración actual tiene un gran rol para implementar políticas que realmente beneficien al país, y no vayan en retroceso. De lo contrario, se  estará generando un impacto negativo para la competitividad y economía de México.

En la AMIA continuamos abiertos al diálogo con cualquier actor relevante en los mercados de la región de Norte América  para hacerla más atractiva a nuevas inversiones y mantener su competitividad.

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Contacto:

José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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