Por Javier Murillo

Es sabido que las redes sociales han abonado a la polarización de la sociedad. En varios experimentos que se han realizado en todo el mundo, se ha comprobado que las posiciones políticas de los “ciudadanos de internet”, no solo están más separadas, sino que cada vez comparte menos temas en común, lo que propicia que haya menos debate, más encono y la consecuente pérdida de confianza entre grupos opositores.

Desde que las redes sociales se volvieron una herramienta fundamental para la comunicación dentro de las democracias, ha existido un cuestionamiento sobre la relación directa y significativa del impacto de la conversación digital, el posicionamiento de temas en la agenda y su representatividad. La pregunta es: ¿qué tan característica es la discusión en redes sociales en relación con las preferencias y comportamiento de la ciudadanía?

Para conocer lo que se discute en lo privado, solo hay que estudiar los patrones de lo que se expresa en lo público y viceversa; solamente que para lograr esto usando como fuente de datos la escucha social, es necesario aproximar el problema desde la Ciencia de Datos.

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La representatividad de la discusión en redes sociales se sustenta sobre la base de las relaciones personales digitales, el grado de cohesión social, la jerarquía de los individuos, su autoridad y el grado de penetración de internet e interconexión digital que tiene cada país.

Entre más fuerte es el vínculo de cohesión familiar de la sociedad de un país, tanto en sus regiones y localidades, mayor será el índice de representatividad de la conversación digital en el inconsciente colectivo y en consecuencia de su cultura. En el caso de México sabemos que esta cohesión es alta.

La realidad de una persona que se asume desconectada, como un abuelo que vive en el campo o en la sierra y que pareciera que sus circunstancias lo mantienen desconectado del mundo digital, en la práctica esto no es así, porque sus hijos y nietos están conectados por él. Ese hecho mantiene sus vínculos con la realidad digital. Algo similar ocurre con las comunidades indígenas.

La transferencia del contenido de la agenda nacional, que se discute en redes sociales, se traslada a las generaciones de mayor edad o aisladas en reuniones familiares o de amigos en las que se discuten todo tipo de temas de interés. En ese momento lo que está en la arena pública, social, digital pasa a la arena privada.

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El abuelo, que generalmente tiene un mayor reconocimiento jerárquico dentro de la familia, tomará esa información, dará su opinión y dependiendo de su nivel de autoridad, influirá en la hipótesis de su familia. Eventualmente esa interpretación dará forma a la creencia de sus descendientes, quienes regresarán a las redes sociales con una opinión renovada. En ese momento lo que se transformó en la arena privada regresa a la arena pública, social, digital.

Esto es lo que llamamos en Metrics: el Algoritmo del Abuelo, no importa qué tan desconectados digitalmente estemos, si tenemos relación con gente cercana que esté conectada, nunca estaremos tan desconectados para no recibir información digital y para influir indirectamente en la discusión digital pública social.

Para comprobar la representatividad significativa entre la conversación en medios digitales y la realidad de la agenda de los mexicanos, aprovechamos las elecciones intermedias del 2021 para realizar un experimento que nos permitió validar que sí existe representatividad entre lo que se habla en Twitter y el comportamiento de los mexicanos.

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En un proyecto que llamamos el Termómetro de la Democracia, estamos creando algoritmos, modelos predictivos y herramientas tecnológicas con aprendizaje de máquina, que nos permitan sensar en tiempo real la actitud, sentimientos, intenciones, motivaciones, activismo de los ciudadanos.

Es un experimento ambicioso, que inició como una prueba de concepto y terminó siendo un proyecto para validar una teoría, con potencial para ser publicado como documentos científicos. En primer lugar porque no encontramos nada similar y en segundo lugar porque resultaría que el análisis científico de datos públicos de redes sociales sería más representativo que herramientas que hoy se usan para eso, como sondeos de opinión y encuestas tradicionales.

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Contacto:

Javier A. Murillo Acuña, socio Fundador y Presidente de Metrics

[email protected]

Javier Murillo es científico de datos, experto en tecnologías de la información aplicadas. Es fundador y CEO de Metrics.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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