- Para satisfacer necesidades emocionales acerca de la propia percepción, es decir, para saber qué piensa su círculo social inmediato y de esa manera, construir o revalorar su imagen personal.
- Para mantener interacción social con familiares y amigos, aunque en algunos casos sólo se de a nivel superficial. De esta manera, se mantiene en contacto y refresca sus relaciones personales.
- Como un hábito de relajación o catarsis. Por ejemplo, revisar las redes sociales durante un descanso en el trabajo.
- Para construir una base de conocimientos, ideas o aficiones y ser alimentado de forma recíproca por iguales. De esta manera, mantenemos un aprendizaje constante y reforzamos nuestra identidad en la medida que discutimos e intercambiamos información sobre nuestros gustos, aficiones o incluso, hasta nuestras posturas políticas.
Redes digitales y movimientos sociales
Los medios sociales por sí mismos no pueden generar movimientos, pero sí son una plataforma idónea para su gestación.
Desde que las redes sociales hicieron boom hace un par de años, casi todos los aspectos de la comunicación han cambiado, no sólo los ámbitos relacionados con los medios masivos, la publicidad o la información y el entretenimiento, sino también algunas esferas del cómo convivimos con nuestros semejantes, cómo socializamos e incluso hasta cómo expresamos nuestro malestar social.
De acuerdo con un estudio publicado por el Harmony Institute, un individuo actúa en las redes sociales movido por 4 necesidades básicas: