Los sondeos muestran que la campaña que aboga por que Escocia ponga fin a sus 307 años de unión con Inglaterra va rezagado, la consulta será el 18 de septiembre.     Reuters   EDIMBURGO – El futuro de Escocia se discutirá el lunes en un último debate televisado antes del histórico referéndum sobre la independencia, y el movimiento pro secesión espera que su líder ayude a cambiar la tendencia que los sitúa por detrás en las encuestas. A medida que se acerca la consulta del 18 de septiembre, los sondeos muestran que la campaña que aboga por que Escocia ponga fin a sus 307 años de unión con Inglaterra va rezagado, como ha sido regla general desde el inicio. Varios sondeos recientes han mostrado que el apoyo ha subido unos puntos, pero según la última “encuesta de encuestas”, del 15 de agosto, que se basó en un promedio de seis sondeos y excluyó a los indecisos, el apoyo a la independencia se sitúa en el 43%, frente al 47% de quienes se oponen. Sin embargo, Alex Salmond, líder del independentista Partido Nacional Escocés (PNE), cuenta con una reputación de político astuto que en el pasado ha ganado elecciones de forma inesperada. “Es la última oportunidad pública real de llegar a una audiencia grande”, dijo Patrick Brione, director de investigación de la encuestadora Survation, sobre el debate del lunes. “Salmond es el que lleva las de perder hoy, así que necesita una actuación impresionante”, añadió. Se espera que el debate se centre en tres aspectos: si y cómo mantener la libra en una Escocia independiente, cuántos barriles de petróleo quedan en el mar del Norte y si el servicio de salud público escocés estaría mejor con una separación. De forma inesperada, Salmond no dominó el debate televisivo del 5 de agosto, en el que Alistair Darling, líder de la campaña contraria a la independencia “Mejor juntos”, lo puso en un brete sobre el tema de la libra en una Escocia independiente. La cuestión ha sido ampliamente planteada por los contrarios a la independencia. Sin embargo, a Salmond pareció tomarlo por sorpresa la persistencia de Darling y no fue capaz de esbozar su “plan B” si el Gobierno británico se niega a compartir la libra, su opción preferida. Los tres principales partidos británicos han descartado esa unión, pero Salmond dice que su idea cambiará si gana el “sí”. “Ante el anterior debate partía como favorito y por eso la gente pensó que había perdido”, dijo Brione, de Survation, sobre Salmond. “Darling se benefició de que buena parte de la gente no esperaba que le fuera bien en el primer debate”, añadió. Según una encuesta inmediata, Darling, considerado una persona fiable pero algo soso, ganó el debate. Salmond ha dicho que le habría gustado explicar mejor sus planes para la moneda y ha prometido hacerlo en el debate del lunes.

 

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