La parte escrita de la reforma energética está casi terminada. Le espera un gran trabajo a Pemex, a los organismos reguladores y al gobierno federal. La industria privada estará muy activa, mientras tanto, la población mexicana seguirá escéptica.     El proceso legislativo de la reforma energética está cerca de concluir. En las últimas semanas se han realizado adiciones, derogaciones y reformas para desahogar leyes secundarias y dictámenes. Ha incluido la sesión más larga de la historia de la Cámara de Diputados, con duración de 74 horas. Se han realizado más de 500 modificaciones, la mayoría girando alrededor del incremento en el dinero que será transferido a los gobiernos estatal y municipal, así como la modificación de los porcentajes en los pagos a los dueños de tierras y propiedades en los que trabajarán las empresas energéticas. La reforma ha sido larga y extenuante. En este lapso, Pemex ha disminuido marginalmente su producción. Ha dado tiempo, inclusive, para que el gobernador de California, Jerry Brown, recomiende que el régimen regulatorio se implemente con mano dura, pues de lo contrario las compañías de gas y petróleo “se los van a comer vivos”. La próxima integración de esta reforma multidimensional nos lleva a tres preguntas fundamentales: de las definiciones aprobadas recientemente, ¿cuáles son las más significativas?, ¿qué espera la población a nivel nacional de la reforma energética?, y ¿qué veremos las próximas semanas?   Definiciones significativas Las recientes aprobaciones detallan cómo será la apertura a la inversión privada sin restricciones, así como los contratos de licencia, exploración y producción compartida. Se “gravó con 79.9% los ingresos de los contratos para la exploración y explotación de los hidrocarburos, con el fin de que ese porcentaje sea participable a los estados, para compensar los ingresos petroleros que dejarán de percibir” (Monroy, 2014). También se puntualiza que el gobierno controlará el precio de las gasolinas de aquí al 2018 –y no al 2020–, para después comercializarlas libremente. Además se exigirá un Testigo Social obligatorio en licitaciones en materia de hidrocarburos. También se aumentó el contenido nacional de 25 a 35%, aunque las aguas profundas –que son los proyectos más caros– han quedado fuera. Por tanto, se ha buscado no disminuir el presupuesto percibido que los estados recibirán. Sobre Pemex, ya existen esbozos de su nuevo régimen fiscal. Una novedad positiva para el ahorro de impuestos serán los cambios en los límites de deducción en profundidades de menos de 500 metros, como Chicontepec. También se disminuyó la tributación por utilidad compartida al 65% a partir del próximo año y se simplificó el régimen, por lo que Pemex pagará sólo tres derechos. Sin embargo seguirá contribuyendo los onerosos derechos de explotación y extracción de hidrocarburos y el dividendo estatal anual, que no serán cobrados a las trasnacionales. También se gravará un Impuesto Sobre la Renta. El nuevo régimen fiscal es teóricamente más ligero, pero Pemex aún continuará en desventaja competitiva (González, 2014). Por tanto, se modificaron cosas conceptuales, para seguir aproximadamente igual, con Pemex siendo el principal financiador del gobierno federal. La situación organizacional de Pemex también tiene novedades. Se confirmó el gobierno corporativo con cinco consejeros independientes, en el que está presente el secretario de Hacienda. Se otorgó autonomía para que Pemex determine su techo de deuda y presupuesto, y lo aprueben los diputados. Asimismo, todas las filiales de Pemex –excepto para explotación de hidrocarburos– serán legalizadas. Se esperan avances en materia de ciencia, tecnología e innovación a través del Fondo Mexicano del Petróleo, pero aún no han sido concretados. Por tanto se prevé que Pemex tenga en general más flexibilidad al compararla con el panorama descrito anteriormente en este espacio. Otra aprobación medular es la conversión de los pasivos –principalmente las pensiones y jubilaciones– de Pemex en deuda pública, que es de 1.119 billones de pesos[i] o poco menos de 10% del PIB nacional. Por tanto, el costo oportunidad será aproximadamente de unos 9,450 pesos por mexicano. Si bien se deberá alcanzar un acuerdo sobre el contrato colectivo de trabajo que incluya el ajuste a la actual edad de retiro (de 55 años), las leyes no incluyen mandatos para investigar o monitorear la corrupción en el sindicato. Estrictamente hablando, el rescate a Pemex es una apuesta para mejorar la salud financiera posreforma, pero su realización es criticada no sólo por analistas internacionales, sino hasta por la Iglesia Católica. En síntesis, las modificaciones tratarán de componer la situación financiera de la empresa; no será un saneamiento integral, y suenan a receta conocida y de sabor amargo para los mexicanos.   Expectativas de la población La población ha seguido el proceso de reforma con cierta expectación y prudencia, pero no con el activismo que esperarían los opositores a la reforma. Aun así, la población tiene opiniones al respecto reflejadas en encuestas publicadas en los últimos días. Por un lado, la encuesta de Reforma encontró que el 40% de los mexicanos califica la reforma energética como mal o muy mal, mientras que el 34% la califica como bien o muy bien. También el 61% piensa que los precios de la luz y los combustibles aumentará, mientras que el 22% cree que disminuirán, el cual es uno de los argumentos principales para hacer la reforma (Moreno & Mancillas, 2014). Por otro lado, la encuesta de Parametría encontró que el 79% de los mexicanos cree que la corrupción en el sector energético será la misma o aumentará, por sólo 15% que piensa que sí disminuirá. Más dividida se encuentra la población sobre la regulación, pues el 40% piensa que el gobierno regulará adecuadamente a las empresas privadas, mientras que el 37% cree que no las regulará adecuadamente. Igualmente, el 49% de los encuestados opina que la productividad en Pemex aumentará, por 28% que supone que seguirá igual y 11% que piensa que disminuirá. Finalmente, 57% de los mexicanos cree que si disminuyen los recursos que Pemex le aporta al gobierno, éstos se obtendrán de los ciudadanos vía recaudación de impuestos (Parametría, 2014). Con estos antecedentes, encontramos que los grupos de personas afectados por los cambios de la reforma han sido los más activos. El resto de ciudadanos ha participado meramente como espectador, como ha sucedido en la historia de la industria petrolera mexicana. Su postura es, en general, escéptica sobre los beneficios de la reforma y el tiempo en que llegarían.   ¿Qué veremos las próxima semanas? Conforme pasen las semanas sucederán acciones muy interesantes en los diferentes ámbitos del sector energético. Empezando por Pemex, se continuará con su reorganización interna y con la implementación de sus prioridades comerciales redefinidas. Igualmente, se realizarán las gestiones y negociaciones para buscar ampliar la inversión de 27,000 millones de dólares a entre 35,000 y 40,000 millones de dólares. Pemex seguirá buscando socios de cara a la llamada Ronda 0.5, que comenzará cuando se entreguen los resultados de la Ronda Cero en septiembre. Cuando se tenga el veredicto sobre cuáles áreas conservará Pemex y cuáles no, diferentes compañías propondrán asociarse con Pemex para diferentes proyectos, antes que comience la Primera Ronda en junio de 2015. Petróleos Mexicanos está muy interesada en explotar el área fronteriza de la Cuenca de Burgos. Además, para diciembre del próximo año ya será empresa productiva del Estado. Para entonces se espera que tenga que lanzar nuevas empresas proveedoras de servicios. En el largo plazo se prevé que Pemex siga siendo el mayor productor de gas y crudo por varios años y que el rediseño le otorgue un peso apenas testimonial a su sindicato. Las trasnacionales están bien atentas sobre el nuevo marco de trabajo de la industria energética. Además de preparar el dinero, están a la espera de más datos técnicos y reglas de transparencia. Simultáneamente, las empresas que ya operan en México y conocen su funcionamiento, realizan las diligencias necesarias para aumentar su presupuesto de inversiones. Varias buscan asociarse con empresas mexicanas especializadas o tratarán de invertir en las más promisorias. Asimismo viene mucha actividad en las pequeñas y medianas empresas establecidas en México, pues las obligaciones de contenido nacional y sus potenciales multas crearán urgencias de proveedores, aunque sean de bajo valor agregado o no estén especializados. Las empresas que no operan en México y que están interesadas en invertir, preguntan constantemente por la presencia del crimen organizado en áreas ricas en hidrocarburos. Están al tanto de actividades delictivas en la cadena de valor, como el robo de petróleo crudo, gas y gasolina, además de ordeña de tuberías para su venta en el mercado negro (Payan & Correa-Cabrera, 2014). Finalmente, queda el papel de la federación. El Poder Legislativo seguirá realizando las enmiendas –de menor calado en comparación con lo ya realizado– y los flecos pendientes. La Suprema Corte preparará el fallo sobre la Consulta Popular en el 2015. Y el Poder Ejecutivo promulgará todo el paquete legislativo para dar paso a la implementación. Por un lado participará en la integración de los reguladores y la ejecución de las nuevas leyes. Por otro continuará con la campaña de promoción de la reforma. Pero quizás el reto más grande sea cambiar el chip de hacer política y lograr la aprobación de reformas, para pasar a la ejecución de su programa de gobierno y la aceleración del estancado crecimiento económico.   Trabajos consultados: – González, N. (06 de agosto de 2014). Aún desventajosa, la carga fiscal a Pemex. (G. I. Multimedia, Productor) Obtenido de Dinero en Imagen. – Monroy, J. (03 de agosto de 2014). Ley grava con 80% ingresos en contratos. Obtenido de El Economista. – Moreno, A., & Mancillas, M. (01 de agosto de 2014). Encuesta / Divide energética. 5a Evaluación al Presidente. Obtenido de Grupo Reforma. – Payan, T., & Correa-Cabrera, G. (06 de mayo de 2014). Energy Reform and Security in Northeastern Mexico: Issue Brief . Obtenido de Rice University’s Baker Institute. – Parametría. (28 de julio de 2014). Las respuestas de los mexicanos a los cuestionamientos de Cuarón. Partes I y II. Obtenido de Parametría.   [i]Tomado del reporte de resultados dictaminados de Petróleos Mexicanos al 31 de diciembre de 2013, apartado de Beneficios a los empleados, p. 25.     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @jarreolar Facebook: Javier Arreola Página personal: Javier Arreola Página web: AILUM     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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