Reforma fiscal sacrifica competitividad por poca recaudación

Aumentar la tasa de ISR y disminuir las deducciones para las prestaciones salariales restará competitividad a las empresas mexicanas en general; a cambio, el gobierno podría tener una recaudación adicional por debajo del 1.4% del PIB previsto.     La reforma fiscal podría generar una considerable pérdida de competitividad en las empresas mexicanas a cambio de un aumento muy leve en la recaudación. El proyecto propone un aumento de 1.4% del PIB en recaudación para 2014, sin embargo, la recaudación adicional generada por la reforma podría ser menor. En conferencia de prensa, expertos de KPMG coincidieron en que los amparos interpuestos por las empresas, el decreto de apoyo que permitirá que las industrias manufactureras no sufran con el alza de ISR y el potencial Pacto Fiscal podrían mermar el potencial aumento en la recaudación. El problema fundamental, dicen, será que las nuevas disposiciones restarán competitividad a México como destino de inversión, pues en el caso de la reducción en la deducibilidad de prestaciones salariales y el aumento en ISR, el país lucirá como un destino menos rentable para invertir. “El impacto en la recaudación podría ser menor, en conjunto, ese 1.4% no será suficiente para alcanzar el crecimiento necesario, además, se afecta la competitividad de las empresas “, señala Ignacio Sosa, socio de impuestos corporativos de KPMG. El panel de expertos de la consultoría explica que si bien es positivo que el gobierno de facilidades a la industria manufacturera para que el ISR no los saque de competencia, también habrá más amparos por parte de otras ramas industriales. “Mucho del reto de la reforma fiscal será el trabajo que recaerá en el poder judicial, pues las empresas podrán solicitar amparos a partir del decreto que se concedió para la industria manufacturera”, prevé Manuel Llaca, socio líder de la práctica legal de KPMG.