Reuters Reino Unido introducirá un impuesto a las bebidas azucaradas en el plazo de dos años para abordar crecientes problemas de obesidad, dijo el ministro de Finanzas, George Osborne, en un anuncio sorpresa el miércoles, que fue aplaudido por activistas de la salud y criticado por los fabricantes. Meses después de descartar un impuesto al azúcar, Osborne dijo que la tasa, la cual las empresas pagarán sobre la base del contenido de azúcar en las bebidas, recaudará unos 500 millones de libras anuales. “No estoy preparado para revisar mi etapa en este Parlamento, en este trabajo, y decir a la generación de mis hijos: ‘Lo siento, sabíamos que había un problema con las bebidas azucaradas'”, dijo Osborne al Parlamento. “Sabíamos que causaban enfermedades. Pero evitamos las decisiones difíciles y no hicimos nada”, dijo. Reino Unido se suma a Francia, Bélgica, Hungría y México que han puesto algún tipo de impuesto a las bebidas con azúcares añadidos, mientras que los países escandinavos introdujeron gravámenes similares desde hace años, con distintos grados de éxito. La Federación de Comida y Bebida británica dijo que el impuesto es “una obra de teatro político”, que no tendría impacto en la obesidad y, sin embargo, costaría puestos de trabajo.

 

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