La actitud inflexible sobre elevar el techo de deuda del país, representa una amenaza por una posible cesación de pagos, lo que ha remecido a los mercados financieros alrededor del mundo.   Reuters   WASHINGTON – Los republicanos de la Cámara baja de Estados Unidos mantuvieron una postura inflexible en la disputa con el presidente Barack Obama por la paralización del Gobierno, al tiempo que acusaron al mandatario de intransigencia y de no importarle el impacto del cierre, que está en su cuarto día. Con pocas señales de compromiso en ambos bandos, muchos temen que la paralización – provocada por el rechazo republicano a la reforma a la salud de Obama – se extienda hasta que los políticos enfrenten la grave amenaza de una cesación de pagos de Estados Unidos más tarde este mes. En declaraciones tras una reunión a puertas cerradas con sus correligionarios republicanos, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que la instancia no votaría por un proyecto de ley de gastos exento de condiciones, es decir, uno que no contemple el retiro del financiamiento a la reforma de salud. El Partido Republicano exige una paralización, o al menos un retraso, en la implementación de la reforma de la salud, denominada “Obamacare”, como condición para convocar una votación viable sobre presupuesto que permitiría una reapertura del Gobierno. Boehner también exigió el viernes recortes de gastos a cambio de un aumento del límite de endeudamiento del Gobierno. La congresista de Virginia Occidental Shelly Moore Capito dijo que Boehner había asegurado a sus correligionarios republicanos que los reportes de que suavizaría su postura y dependería de los demócratas para aprobar un incremento al límite de la deuda eran inexactos. No es un juego “No es un maldito juego”, declaró Boehner en una conferencia de prensa. “El pueblo estadounidense no quiere que su Gobierno su paralice y yo tampoco”, aseguró. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que era “totalmente falso” sugerir que Obama no desee un fin rápido a la paralización. “Queremos que esto termine ahora. Punto”, dijo. A la luz del estancamiento, Obama ha cancelado planes para visitar varios países asiáticos la próxima semana. El Gobierno se vio obligado a cerrar muchas de sus operaciones debido a que el Congreso no consiguió aprobar un proyecto de ley de presupuesto el 1 de octubre, al comienzo del año nuevo fiscal. En forma paralela a la crisis de presupuesto, el Congreso debe elevar la línea de crédito del país hasta el 17 de octubre o arriesgar una cesación de pagos. La posibilidad de que Estados Unidos incumpla con sus obligaciones financieras ha remecido a los mercados financieros alrededor del mundo en medio de temores de que pueda descarrilar la frágil recuperación económica. Ante la ira pública por la paralización gubernamental, la Cámara de Representantes ha adoptado una estrategia de votar por medidas específicas para financiar a agencias federales populares, como la Administración de Veteranos, el Servicio de Parques Nacionales y los Institutos Nacionales de Salud, que ahora están parcialmente cerrados. Los republicanos saben que ni el Senado controlado por los demócratas ni el presidente Barack Obama aceptarán esa propuesta, pero les permite acusar a los demócratas de trabajar en contra de los intereses de veteranos, parques nacionales y pacientes con cáncer. El líder de la mayoría republicana, Eric Cantor, dijo que la Cámara de Representantes votará el sábado una medida para pagar a trabajadores federales durante la paralización, que ha dejado inactivos a cerca de un millón de empleados. Los demócratas, en tanto, exigen la aprobación de un amplio proyecto de ley de presupuesto. Los republicanos de la Cámara de Representantes comenzaron el jueves a preparar 11 proyectos de ley más para financiar a programas específicos. Ante la proximidad de una gran tormenta a la costa del Golfo de México, también han considerado una renovación temporal de la ayuda ante desastres. La Cámara de Representantes probablemente discutirá esos proyectos de ley en los próximos días, aunque no todos a la vez. Los demócratas han rechazado la estrategia de ir aprobando medidas específicas y Obama ha dicho que las vetará. La paralización y la posibilidad de un desacuerdo prolongado sobre el límite de la deuda estadounidense han llevado a varias grandes empresas a emitir alertas. El presidente ejecutivo de AT&T, Randall Stephenson, dijo en un comunicado el viernes respecto a la posibilidad de una cesación de pagos que “sería la cúspide de la irresponsabilidad para cualquier funcionario público considerar dicho curso. De hecho, incluso la discusión de una moratoria presenta gran riesgo para nuestra economía y nuestro país”.

 

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