Transcurrió un año ya desde que el mundo experimentó una serie de cambios repentinos, cuyo impacto en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, seguimos visualizando. En términos de negocio, esto nos ha llevado a reflexionar sobre la importancia de reforzar los cambios en la cultura organizacional, de forma que demos un soporte integral a las personas que están detrás del crecimiento, éxito e innovación de cualquier empresa.
Para nosotros, como parte de la industria tecnológica, es imprescindible impulsar un enfoque verdaderamente diverso e incluyente con el fin de plantar cara a los desafíos más grandes del mundo. Si bien, de forma general, diversas industrias han tenido avances importantes en el desarrollo de una cultura que priorice estos factores, aún hay mucho camino que recorrer.
Y es que hay algo que tenemos muy claro: estamos seguros de que, para dar forma al futuro de la tecnología, debemos crearlo todos los días, en cada acción y cada frente. Al reunir a personas con una amplia gama de perspectivas, antecedentes y experiencias, cualquier empresa puede encontrar la fórmula para seguir innovando y resolviendo los retos más complejos, en beneficio de sus operaciones, sus clientes y potencialmente todas las personas del mundo.
Para nosotros, la diversidad e inclusión son más que un programa: son parte de cómo hacemos negocios, aprovechando el talento, la creatividad y la innovación de todos los empleados, siendo necesarios para impulsar cualquier resultado empresarial. Y esto fue el motor y la inspiración para definir, a nivel global nuestros objetivos para 2030, los cuales ponen de relieve nuestro enfoque en continuar el trabajo para asegurar que nuestra cultura se vea reflejada en el día a día, y que hagamos que las distintas tendencias tecnológicas sigan siendo de fácil acceso para todo el mundo.
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¿Cómo crear entonces un centro de trabajo diverso e inclusivo? Desde mi punto de vista esto va más allá de hacer que el lugar sea apto para todos, como implementar rampas y señalizaciones en todas nuestras instalaciones. Esto tiene que ir desde el fondo, desde nuestra cultura organizacional. Una cultura que genere sentido de pertenencia entre todos los colaboradores, creando así un entorno en el que todos pueden contribuir y brindar lo mejor de sí en sus actividades diarias, tanto física como virtualmente, ofreciendo todas las herramientas que permitan desarrollar su trabajo sin ningún inconveniente, dando al mismo tiempo excelentes resultados.
En un mundo en el que, desafortunadamente en algunos casos, todavía se tiende a ignorar a quienes no tienen cuerpos o estructuras de pensamiento considerados “normales”, es imprescindible valorar la diversidad más allá de nuestra fuerza laboral: con nuestros clientes, proveedores y otros. Esto nos ha impulsado a colaborar estrechamente con otras empresas e industrias para acelerar la adopción de prácticas comerciales inclusivas en todas las industrias mediante la creación e implementación de un estándar abierto del índice de inclusión global.
Finalmente, y lo más importante, ¿de qué manera nuestro negocio ayuda a impulsar un mundo más equitativo y solidario? Es increíble lo que se puede lograr con la tecnología y el maravilloso ingenio de las personas para diseñar productos y soluciones que se adapten a las necesidades de todas las personas. Esta colaboración entre todo el ecosistema ha hecho viable, entre otras cosas, la creación de sillas de ruedas que permita a las personas comunicarse a través de una computadora, o la creación de brazos y piernas robóticas, y por supuesto la telemedicina que hoy ha probado ser una respuesta realizable para llegar a más personas o atender a aquellas que tienen dificultades para desplazarse.
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El camino es claro. Sin embargo, como industria, necesitamos asegurarnos de que en verdad estamos avanzando sin dejar a nadie atrás. Tenemos la firme convicción de que hablar del desarrollo de una cultura diversa y de inclusión no se debería considerar únicamente como una palomita en la lista de tareas ideales por hacer, sino como un requisito más del negocio que cumplimos, de la misma manera que pagamos impuestos, nóminas y demás; estamos hablando de un proceso inaplazable.
Los acontecimientos del último año nos permitieron actuar en consecuencia, ya que fue un llamado a la acción para ser más inclusivos y asegurar que la tecnología sea cada vez más accesible, ayudando a la vez que otros servicios estén a la mano para la población, tales como salud, educación o entretenimiento, entre otros. De hecho, la pandemia inclusive permitió romper tabúes sobre la necesidad de hacer todo presencial, lo cual ha favorecido que estemos incluyendo a más y más personas a través de las tecnologías de colaboración remota y avanzando en la telemedicina y terapias, acelerando así la inclusión.
Es momento ahora de dar un paso acelerado, con un enfoque innovador, hacia la diversidad e inclusión en todo el mundo. Desde nuestra trinchera seguiremos promoviendo la integridad en cada nivel de nuestra empresa y en la industria en general, honrando nuestro propósito de crear tecnología que modifique el mundo y que enriquezca la vida de todas las personas en la Tierra.
Contacto:
*Santiago Cardona, director general de Intel México
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
