La producción de plásticos en el mundo se ha cuadruplicado en los últimos 30 años y los residuos que generan se han duplicado con creces entre 2000 y 2019, según la OCDE, que advierte de las carencias en las políticas para evitar que contaminen y de que solo se recicla el 9%.

En su primer estudio de perspectivas sobre el plástico publicado en estas horas, la Organización para la Cooperación y el Desarollo Económico (OCDE) pide un mayor uso de instrumentos como los llamados “sistemas de responsabilidad ampliada”, para imponer obligaciones a los productores respecto a los envases y a los bienes duraderos que ponen en el mercado.

También apuesta por el establecimiento de impuestos que graven los residuos plásticos y de los otros que terminan en los vertederos, por privilegiar los mecanismos de depósito y devolución y por los sistemas de pago por vertido.

En 2019 se llegó a una producción global de 460 millones de toneladas de plásticos, que generan el 3.4% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los residuos, en ese mismo año, representaron 353 millones de toneladas y casi dos tercios procedían de plásticos con una vida útil inferior a cinco años. De todos ellos, un 40% venían de envases, un 12% de bienes de consumo y un 11% de la ropa y los textiles.

Casi la mitad de los residuos de plástico mundiales se generan en los miembros de la OCDE, aunque hay notables diferencias entre ellos: en Estados Unidos la media es de 221 kilos por persona y año, en los países europeos 114 kilos y en Japón y Corea del Sur 69 kilos de media.

La mayor parte de la contaminación que generan se debe a una recogida y eliminación inadecuadas de los de mayor tamaño (los macroplásticos). Pero cada vez son mayor motivo de preocupación los microplásticos (polímeros sintéticos de menos de cinco milímetros de diámetro), muchos de los cuales terminan en el mar.

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91% del plástico no se recicla

La OCDE destaca que aunque el 15% del plástico se recoge para ser reciclado, un 40% de esos volúmenes en la práctica no acaba por esa vía y se elimina como residuos. De forma que el porcentaje de reciclado efectivo se limita al 9%.

En paralelo, un 17% del plástico se incinera, un 46% va a los vertederos y el 22% escapa a los sistemas de gestión y termina en vertederos incontrolados o se quema en fosas o -todavía peor- contamina el medio terrestre o acuático, “especialmente en los países más pobres”.

En 2019, se filtraron a los medios acuáticos 6.1 millones de toneladas de residuos plásticos y 1.7 millones de toneladas llegaron a los océanos. Se calcula que hay 30 millones de toneladas acumuladas en los mares y otros 109 millones de toneladas en los ríos, lo que significa que durante décadas seguirán vertiéndose a los océanos, incluso si pudieran reducirse significativamente los residuos mal gestionados.

Es verdad que la producción de plásticos reciclados se ha cuadruplicado con creces desde comienzos de siglo, al pasar de 6.8 millones de toneladas en 2000 a 29.1 millones en 2019, pero esto sigue representando solo el 6% de la producción mundial.

Los autores del informe, presentado en vísperas de las conversaciones de la ONU para reducir estos residuos, indican que la crisis de Covid-19 por una parte tuvo como consecuencia una reducción del 2.2% en 2020 del uso de plásticos por el parón de la actividad económica.

Sin embargo, simultáneamente aumentó la basura de envases de comida para llevar, igual que de cubrebocas y otros materiales médicos. Además, al reactivarse la economía en 2021, el consumo de plásticos también ha repuntado.

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Pandemia ha generado más residuos plásticos

Por su parte, empresas, gobiernos y personas de todo el mundo, como muestra una encuesta publicada esta mañana por la organización medioambiental WWF, coinciden en la necesidad urgente de alcanzar un tratado global para luchar contra la contaminación plástica, que esta semana comienza a debatirse en Naciones Unidas.

Un sondeo realizado a más de 20,000 personas de 28 países indica que un 90% de los encuestados quiere este tratado, y un 85% de los consultados considera que las propias empresas productoras de plásticos deben ser responsables de la reducción de su uso y el reciclaje de estos materiales.

Un 82% de los encuestados por WWF -que también ha recogido dos millones de firmas de apoyo- desean reducir lo más posible el plástico en los productos que consumen a diario, señala un sondeo que destaca a México (un 96%), China (95%) y Perú (95%) como los países donde más gente quiere limitar esta producción.

Al mismo tiempo, 156 países miembros de las Naciones Unidas, entre ellos España, han expresado públicamente su apoyo para la creación de un primer acuerdo legalmente vinculante de limitación de los plásticos, que podría alcanzarse en la inminente Asamblea Medioambiental de la ONU, del 28 de febrero al 2 de marzo en Nairobi.

Un centenar de empresas, entre ellas multinacionales como Coca-Cola, Pepsi o Ikea, también han mostrado recientemente en un comunicado conjunto su apoyo a la iniciativa que se negocia desde esta semana en el seno de la ONU, y que parte con el objetivo básico de detener la contaminación plástica de los mares antes de 2030.

Con información de EFE.

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