El reto no es Trump, es hacer que México crezca
La situación de nuestro vecino y principal socio comercial es importante, sin duda, pero es más importante concentrarnos en la forma de abatir nuestras desigualdades.
Nuestro vecino y principal socio comercial ha iniciado una nueva etapa en su vida democrática y ese ejemplo debe obligarnos a todos los mexicanos a enfocarnos en los temas que realmente debemos atender.
Cierto. En los últimos meses hemos escuchado toda clase de pronunciamientos -en algunos casos abiertamente anti mexicanos- pero parece que nadie ha hecho el ejercicio de analizar la viabilidad de los mismos.
Uno de esos planteamientos es la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La revisión del acuerdo es algo lógico para cerciorarnos de que todavía cumpla sus objetivos y se resuelvan las no pocas controversias registradas.
Pero, de ahí a renegociar por completo el TLCAN, la distancia es enorme. El acuerdo incluye una gran cantidad de apartados y no es la misma problemática que se vive en el sector agroalimentario que en el de manufacturas, por ejemplo. Una renegociación total tomaría años.
El acuerdo, todos debemos reconocerlo, ha abierto las puertas del mercado mexicano a una gran cantidad de empresas estadounidenses que han invertido fuertes cantidades de recursos y están generando un importante volumen de negocio en nuestro país.
Para muestra un botón. Aún no contamos con los números totales de 2016 pero, solamente en el primer trimestre del año pasado, las utilidades de Wal-Mart en México ya alcanzaban la una nada despreciable cifra cercana a los 7,000 millones de pesos.
No olvidemos tampoco que el propio TLCAN y la Organización Mundial del Comercio, de la que ambos países formamos parte, cuentan con mecanismos para evitar acciones unilaterales que dañen el flujo de recursos y mercancías que tanto trabajo ha costado desarrollar.
Ahora bien. En muchos foros a lo largo de la República he venido señalando que, más que preocuparnos, lo que nos compete a los mexicanos es enfocarnos en nuestros propios problemas, detonar nuestro crecimiento económico y abatir las fuertes desigualdades que existen a lo largo de nuestro territorio.
En este sentido, el gobierno de la República, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, ha dado pasos fundamentales desde el primer día de trabajo.
Si bien los precios internacionales del petróleo han disminuido de forma sustancial en los últimos años, la Reforma Energética ya abrió la puerta a un importante número de empresas mundiales que saben que México es un lugar inigualable para invertir, producir y exportar.
Gracias a su determinación, el sector de la vivienda, que incide positivamente en otro importante número de industrias, hoy es un área pujante que contribuye anualmente con 400,000 millones de pesos al crecimiento económico de México.
Adicionalmente, y con la finalidad de preservar los programas que benefician a los sectores menos favorecidos, el presidente Peña ha tomado importantes medidas para la repatriación de capitales, lo que ha dado excelentes resultados a otros países en momentos difíciles.
Este gobierno, debe quedarle claro a todos, sabrá defender a las empresas y las inversiones que han confiado en México para triunfar en el mercado mundial.
Es por ello que el presidente Peña ha hecho un llamado a la unidad de todos los mexicanos. La situación internacional es importante, sin duda, pero lo es más en enfocarnos en nuestros propios retos como nación.
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