La mayoría de las compañías que integran a su plantilla aplicaciones móviles para hacer negocio han incrementado el retorno de inversión de manera considerable.   Por Ernesto Manero Hoy en día diferentes compañías en el mercado se enfrentan a los retos que arroja la adopción de una movilidad empresarial; el mundo de los negocios se ha transformado y la gestión, tanto a nivel interno como de los usuarios finales, socios y proveedores, es una gran presión ante la adopción de aplicaciones que permitan el funcionamiento del negocio a distancia. A pesar de esta creciente tendencia, empresas en el sector observan la movilidad como un escenario de cuidado y la integración de este nuevo modelo suele ser un camino arduo, difícil y laborioso. En primer lugar suele existir una restricción en el manejo de los recursos móviles dentro de las empresas. La mayoría del talento que llega a los corporativos está familiarizado con dispositivos Android e IOS; algo que limitaría la implementación de aplicaciones relacionadas a la movilidad empresarial, sin embargo gran cantidad de la fuerza laboral cuenta con el manejo de Windows un sistema operativo que puede llega a ser la base de una plataforma móvil. A la par de esta  diversidad de dispositivos y sistemas operativos se encuentran los problemas en la organización y gestión de políticas en la implementación de esta tendencia laboral. Se ha demostrado que la mayoría de las compañías que integran a su plantilla esta nueva forma de hacer negocio han incrementado el Retorno de Inversión de manera considerable, el punto que los tomadores de decisiones en TI ven con debilidad son los vínculos personalizados en del desarrollo, adopción y mantenimiento de los equipos necesarios para transformar a la empresa en una organización flexible que atienda las necesidades del mercado. Los vínculos entre las empresas de TI y los responsables del área en muchas organizaciones son relativamente débiles, por lo que es difícil organizar reuniones entre los dos grupos para empezar  el proceso de definición de una aplicación móvil. Además de eso, a menudo hay serias dudas sobre quién maneja, quién financia y quién es dueño de una aplicación móvil creada para una línea específica de un grupo empresarial. Otro reto para muchas organizaciones cae alrededor de métricas o la falta de estándares de medición para evaluar el funcionamiento de la empresa móvil y sus aplicaciones. Aunque la mayoría de los corporativos han definido claramente las normas para medir el éxito de las aplicaciones personalizadas se deben de crear realmente normas sólidas para aplicaciones móviles. El deseo y la necesidad de desarrollo e implementación de aplicaciones personalizadas móviles es real, pero muchas organizaciones están descubriendo que la realidad de la adopción de esas aplicaciones es un reto que se debe de atender en muchos frentes. La cuestión clave es que en muchos departamentos de TI la movilidad sigue siendo una ocurrencia tardía que un principio rector básico. Para superar esto, las empresas van a necesitar no sólo hacer un examen de conciencia interna con respecto a sus prioridades de desarrollo, sino que también van a necesitar recursos y socios que puedan trabajar con el fin de ayudar a que el desarrollo e implementación de aplicaciones móviles sea una parte clave de su estrategia en el modelo de negocio.   Ernesto Manero es Customer Executive & Applications Lead, Latin America.   Contacto: Twitter: @DellLatAm Facebook: DellLatinoamerica Blog: Dell   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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