El mercado de tablets continúa contrayéndose. Ésa es una realidad para la gran mayoría de los fabricantes, especialmente para los líderes del mercado, Apple y Samsung, que, de acuerdo con cifras de IDC, vieron sus ventas anuales retroceder 9.2 y 24.5%, respectivamente, durante el segundo trimestre. Apple pretende combatir esa tendencia con su iPad Pro, un dispositivo poderoso diseñado con un tipo de usuario muy particular en mente y el que es promocionado como “tu próxima computadora”. ¿Vale la pena? Lo probamos para ustedes. 7 Diseño y materiales. Al igual que el resto de los productos de Apple, el iPad Pro mantiene una línea simple y materiales premium que la colocan en lo más alto de la gama. El aluminio cepillado, vidrio resistente a las ralladuras y un botón físico hecho de cristal de zafiro que han sido la constante en los dispositivos móviles de la compañía también se hacen presentes aquí. El modelo que probamos es el de 12.9 pulgadas con conectividad celular. En total, el aparato pesa 723 gramos y es, como podrán imaginarse, MUY grande. A la tableta le acompaña un Smart Keyboard  integrado en la Smart Cover magnética que acompaña al iPad desde su primera generación. La conexión entre el dispositivo y la funda se hace posible gracias a un conector magnético que alimenta de corriente al teclado y también permite colocar la pantalla en un ángulo de 45 grados, lista para leer, escribir o ver una película. El resultado es práctico, cómodo y conveniente. Smart Keyboard. Aunque la manufactura del teclado es impecable y la conectividad con la tablet se da de forma irreprochablemente simple y rápida, éste es uno de los puntos más débiles del iPad. A pesar de que el teclado magnético integrado en la cubierta  protectora del iPad no es algo nuevo –Microsoft integró uno en su Surface desde 2012– Apple optó por no dotarlo de un trackpad. Esa decisión resulta particularmente desafortunada cuando consideramos que ésta es una tableta hecha para el trabajo. Cuando Steve Jobs expuso su visión sobre la futilidad de las tablets hace más de 10 años, dijo dos cosas relevantes: “la gente quiere un teclado físico”, y “el 90% de las personas quiere un dispositivo para extraer información”. De lo anterior, concluimos que el iPad Pro es un aparato para el 10% que desea trabajar en él, y si bien es cierto que éste es un equipo pensado para usarse más con la Creative Suite de Adobe que con el Office de Windows, la falta de un trackpad termina por limitar al usuario. Basta pensar en cuántas veces se usa el mouse no sólo al hacer tareas engorrosas como trabajar en una hoja de cálculo, sino simplemente al navegar en internet. Sistema operativo. Si bien es cierto que Apple ha integrado varias funciones que mejoran la experiencia multitarea dentro del iPad –como Split View, con la que se pueden usar dos apps de forma simultánea a pantalla dividida, o Picture in Picture para ver videos–, en una tableta hecha para el trabajo eso no es suficiente. Es 2016, una tablet con las especificaciones técnicas del este iDevice es incluso más potente que muchas laptops en el mercado, pero el sistema operativo se interpone en su camino hacia la perfección. Odio que Apple me haga decir esto, pero hay un par de cosas que podría aprender de Windows 10, especialmente en lo que a la versatilidad de los modos de tablet y laptop se refiere. Aunque iOS sigue siendo el sistema operativo para tabletas mejor resuelto, sería genial que el iPad Pro pudiera comportarse como una tablet cuando no tiene añadido el teclado y saltar a algo más parecido a Mac OS al colocar el Smart Keyboard, con el trackpad y botones dedicados a la interacción con el OS, pero por ahora es mucho pedir. Apple Pencil. Una vez que hemos abordado el punto de las limitaciones impuestas por la combinación del sistema operativo y el Smart Keyboard, es hora de hablar de algo que explota el potencial del iPad Pro: el Apple Pencil. Aunque podría pensar que se trata de un stylus más, esta herramienta fue creada para trabajar de manera conjunta con esta tablet, por lo que el resultado es excepcional. Sensible a la presión, el Apple Pencil tiene 240 interacciones por segundo con la pantalla, lo que reduce la latencia de la respuesta y ofrece una experiencia fluida. Ahora bien, el Apple Pencil es un complemento natural para la tablet profesional de Apple, pero no sería tan divertido de usar de no ser por la integración que hacen con él apps como Paper, Evernote, Sketchbook, Photoshop Sketch e incluso Word o Excel de Microsoft  Office. Es cierto, se trata de un complemento de 2,099 pesos, pero uno que vale cada centavo si quieres sacar el mayor provecho de tu iPad Pro. También es cierto: resulta frustrante que el Apple Pencil sólo funcione con esta versión de la tablet icónica de Apple. Desempeño. Con un procesador A9X de doble núcleo a 2.26 GHz y 4 GB en RAM, el iPad Pro es incluso más poderosa que la nueva MacBook. En cuanto al almacenamiento, encontramos las restricciones usuales: 32, 128 o 256 GB sin posibilidad de expansión. Pantalla. El retina display de 12.9 pulgadas tiene una resolución de 2048 x 2732 pixeles (264 ppp), lejos de los 326 ppp del iPhone 7, pero superiores a los 247 de otros competidores, como la Galaxy Tab Pro de Samsung. Sonido. Otro de los grandes saltos del iPad Pro frente al resto de las versiones de las tablets de Apple son sus cuatro bocinas, que por fin permiten tener audio estéreo a un volumen decente. Puertos. A diferencia de los otros competidores en el segmento, el iPad sólo tiene un puerto: Lightning. Nada de USB-C, ni ranura para Micro SD. Batería. Con una capacidad de 10,307 mAh, ofrece una autonomía comprobada de 8 horas de uso combinado, algo similar a lo ofrecido por la nueva MacBook.   Balance Desde finales de 2015 ha habido varios lanzamientos de tablets que ofrecen servir como un reemplazo de la PC –además del iPad Pro, la Microsoft Surface, la Samsung Galaxy Tab Pro y la Huawei Matebook–, y si bien los procesadores, baterías, tarjetas de gráficos y dispositivos de almacenamiento están casi listos, esa promesa aún no se cumple. Aún. Con el iPad Pro no es distinto. No recomendaría a nadie cambiar su laptop o PC por ella, pero si no te importa prescindir del trackpad, queda claro su gran potencial para un usuario muy específico, especialmente aquel dedicado a las artes gráficas. Mientras que el iPad Air y el iPad Mini son dispositivos para el consumo de información y el entretenimiento, el Pro tiene mucho que ofrecer como herramienta de productividad si tu trabajo requiere en buena medida el uso de la Creative Suite de Adobe. También lo recomendamos si puedes permitirte la compra de un centro de entretenimiento portátil cuyo precio empieza en 12,999 por la versión de 9.7 pulgadas y alcanza hasta 23,999 en su versión de 12.9 pulgadas, conectividad LTE y 256 GB de almacenamiento.   Más imágenes  

 

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