El monarca de 76 años, cuya salud se ha deteriorado en los últimos dos años y ha perdido apoyo debido a los escándalos de corrupción de su hija la infanta Cristina y su yerno Iñaki Urdangarín, argumentó renuncia al trono ante los nuevos retos del país.     Reuters MADRID  – El rey Juan Carlos de España abdicó sorpresivamente el lunes luego de casi 40 años en el trono, argumentando la necesidad de un relevo generacional con su hijo Felipe. Enfermo y desgastado por escándalos de corrupción que han sacudido a la familia real, Juan Carlos dijo en un mensaje por televisión que “una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista”. “El Principie de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesario para asumir con plenas garantías la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza”, añadió, refiriéndose a su hijo de 46 años. Juan Carlos, una figura popular que en la década de 1970 ayudó a suavizar la transición a la democracia tras la dictadura de Francisco Franco, perdió apoyo en los últimos años debido a escándalos de corrupción y actuaciones desafortunadas. Su hija la infanta Cristina y su yerno Iñaki Urdangarín están siendo investigados en un caso de corrupción. Ambos niegan haber hecho nada errado. Un juez en Palma de Mallorca debe decidir pronto si llevar a juicio a Urdangarín bajo cargos de desviar 6 millones de euros en fondos públicos a través de su organización de beneficencia. La abdicación fue anunciada por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. “He encontrado al rey convencido de que este es el mejor momento para que pueda producirse con toda normalidad el cambio en la jefatura del Estado y la transmisión de la corona al Príncipe de Asturias”, dijo. El rey de 76 años, cuya salud se ha deteriorado y ha sido sometido a cinco operaciones en apenas dos años, incluyendo un reemplazo de cadera, está abdicando por razones personales, dijo Rajoy. Pero una fuente de la Casa Real dijo a Reuters que las razones eran políticas. “No es por razones de salud”, dijo la fuente, que pidió no ser identificada. “Abdica ante los nuevos retos de España porque cree que hace falta dar paso a la nueva generación”. La fuente dijo que la decisión fue tomada en enero. En ese momento, un 62% de los españoles era partidario de una abdicación, según una encuesta de la firma Sigma Dos. España no tiene una ley que regule con precisión la abdicación de un rey y su sucesión, algo sin precedentes en la historia moderna del país. Rajoy dijo que su gabinete se reuniría pronto para decidir los pasos para que el príncipe Felipe asuma con el nombre de Felipe VI. El país está asomando de una larga y difícil recesión que deterioró la confianza en los políticos, la familia real y otras instituciones. Felipe ha tenido un papel cada vez más alto en eventos ceremoniales durante el último año y no fue salpicado por el caso de corrupción que involucra a su hermana Cristina y a Urdangarín. Juan Carlos fue en el pasado una figura querida por los españoles por su estilo mundano y era visto como mucho más accesible que los monarcas británicos. En el 2012, en el punto más duro de la crisis financiera en España, el rey se cayó y rompió la cadera durante una cacería de elefantes en Botswana. El lujoso safari, financiado con dinero privado, había sido mantenido en secreto hasta que ocurrió el accidente e irritó a muchos españoles en momentos de duros recortes de gastos. “Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vosotros”, dijo Juan Carlos en su mensaje de abdicación.

 

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