Por Armando Díaz* Estamos al borde de la Cuarta Revolución Industrial: la que transformará significativamente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, haciendo que las habilidades con las que contamos hoy sean dramáticamente diferentes a las que necesitaremos mañana. La necesidad del cambio es cada vez más vital en la medida que el mercado evoluciona para reaccionar a las demandas de clientes y consumidores digitalmente más informados. Los actuales directores de negocio tienen que responder dinámicamente a estas condiciones en cambio constante, lo que requiere de nuevos enfoques hacia sus estructuras, sistemas, capacidades, procesos y equipos que requerirán ser altamente ágiles. Para esto, les es necesario utilizar todas las herramientas digitales disponibles, entre estas: la Automatización Robótica de Procesos (ARP). Mediante la robótica, es posible impulsar la transformación en la organización y alcanzar una reducción de costos hasta en 80%, lo que permite el incremento en la rentabilidad y en el control de los procesos. Así, los líderes pueden enfocar su tiempo y esfuerzos en el análisis para la toma de decisiones que impacten directamente en la rentabilidad y en el crecimiento sostenible de la compañía. La robótica automatiza y reduce cada vez más las tareas repetitivas y rutinarias, lo que permite a los empleados potenciar su creatividad, imaginación, intuición, emoción y ética. De hecho, muchas de estas nuevas tareas que desarrollará el talento impulsarán aún más el pensamiento estratégico en la compañía. Disminuir tiempos y errores en el servicio, aumentar la satisfacción del cliente y estimular la innovación en toda la organización son algunos de los beneficios de negocio que la ARP puede entregar en un periodo entre 3 a 6 meses. Ésta es una manera de automatizar más los procesos al proporcionar una “fuerza de trabajo virtual” en lugar de integrar o extender aún más las aplicaciones actuales. Proporciona una mayor visibilidad y auditabilidad de las transacciones y conduce a un mejor control sobre el proceso de extremo a extremo. La ARP permite obtener tiempos de manejo promedio reducidos en 40% y contar con una operación flexible 24/7. Permite también gestionar la demanda temporal mediante el despliegue de recursos virtuales a una fracción del costo de un empleado de tiempo completo, así como obtener una mayor productividad con el potencial de funcionar durante todo el día y toda la semana para garantizar una calidad constante en la medida en que se elimina el error humano. Dado que la automatización robótica puede ser dirigida por las áreas de negocio y su relación costo beneficio es mejor con relación a anteriores implementaciones tecnológicas, ésta agrega valor significativamente en la reducción de costos y en la agilidad de las operaciones. La velocidad de la transformación es hoy en día exponencial, la cual creará una brecha aún mayor entre las compañías que desarrollan el alto desempeño y las que sólo son seguidoras. La robótica se convierte de esta forma, además de en una ventaja competitiva, en un elemento fundamental para acelerar la creatividad y entregar valor real al negocio. *Armando Díaz es socio director en Accenture México, es ingeniero químico egresado de la Universidad Iberoamericana y tiene un posgrado en Polímeros, Administración y Cadena de Suministro.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.  

 

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