En una de sus primeras apariciones como secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O explicó que la incertidumbre sobre la pandemia ha disminuido en 2021, lo que permite pensar en volver a generar saldos en los fondos de emergencia que el gobierno ha agotado para evitar la deuda durante la contingencia por Covid-19.
Durante su participación en el evento “Inside Latam: Mexico, Recuperación Económica”, organizado por Moody’s Investors Service, el funcionario explicó que la meta del gobierno de López Obrador ha sido mantener la deuda en niveles óptimos, pues este factor es un ancla ante los mercados.
“Esto requirió, como correctamente lo hacen notar, que en el año 2020 el gobierno haya recurrido a ingresos ahorrados de previas administraciones con el objeto de no tomar deuda”.
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En abril de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la extinción de 281 fideicomisos. El objetivo era canalizar recursos por alrededor de 250,000 millones de pesos a programas sociales que funcionaran como apoyo contingente por la pandemia.
Ramírez de la O explicó que varios de los fondos han sido usados, pero no están exhaustos, pues la emergencia en 2020 implicaba mucha incertidumbre sobre la duración y el tamaño de la contracción.
El funcionario afirmó que en 2021 se ha aprendido mucho sobre la experiencia de manejo de la pandemia y el programa de vacunación está mostrando que ha sido muy efectivo en reducir las defunciones.
“La pandemia le tenemos mucho respeto a todas sus consecuencias y sus riesgos, pero no está en el mismo nivel de incertidumbre de 2020 que amerite que estemos apurándonos por fondos de emergencia adicionales, que ciertamente creemos que hay que reconstruir a partir de los flujos presupuestales que vienen a futuro, no es la principal preocupación la falta de saldos en esos fondos de ahorro”, señaló.
Crecimiento sorpresivo
Durante su intervención, el secretario de Hacienda admitió que a su llegada a la dependencia en junio le sorprendió un escenario de previsión de crecimiento superior a 6% luego de una caída de 8.3% en 2020. Sin embargo, explicó que hoy México tiene un buen momentum económico asociado a la recuperación de la demanda estadounidense.
“Estamos viendo un impulso e incluye que en sectores privados ligados a la exportación hay una percibida necesidad de aumentar capacidad (…) Hay una nueva relación con la administración en EU, hay oportunidades porque se reanudó el diálogo de alto nivel. Vemos una relocalización de inversiones viendo a México como un proveedor confiable que no había aprovechado todas las oportunidades de entrar en una cadena de valor en varios sectores”, afirmó.
En cuanto a la recaudación, también admitió que fue una grata sorpresa encontrar que, contrario a lo esperado, los ingresos tributarios no petroleros han aumentado, incluso sin necesidad de hacer una reforma para aumentar impuestos.
Pemex, el reto que persiste
Cuestionado sobre el peso del apoyo del gobierno a Pemex, Ramírez de la O explicó que hoy el gobierno no puede garantizar la deuda de Pemex porque existen candados regulatorios impuestos por la reforma energética de la pasada administración.
Esto implica que el gobierno deberá mantener el apoyo a las finanzas de la empresa productiva del estado
“Estas normas quedaron ahí. Para los mercados sería un poco tarde venir con una propuesta de cambio de ley energética. Eso nos impone la necesidad de actuar con respecto a Pemex en términos ad hoc . Tenemos que ser enfáticos a los mercados, los analistas, el congreso. El gobierno está en posición de seguir apoyando a Pemex”, enfatizó.
El cambio en este sentido, dijo, es que hoy el gobierno tiene interés por tener una relación más cercana con la petrolera.
“Es la intención del gobierno acercarse más a Pemex para cosas que hay que rehacer y reordenar”, añadió el secretario de Hacienda.
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