Por María Josefina Menéndez* El matrimonio temprano, precoz o forzado, es cualquier unión, formal o informal, en donde al menos alguna de las dos partes es menor de 18 años. Los matrimonios tempranos, en particular para las niñas y las adolescentes, son una grave violación a sus derechos humanos. Cada año 15 millones de niñas alrededor del mundo son casadas: 28 cada minuto. En Latinoamérica 1 de 4 se casa antes de la mayoría de edad. En México hay 6.8 millones de mujeres entre los 15 y 54 años que se unieron conyugalmente siendo niñas o adolescentes. Si no se acaba con esta práctica para el 2050 habrá más de 1,200 millones de mujeres casadas antes de su cumpleaños número 18. Diversas investigaciones han señalado que quienes contraen matrimonio a temprana edad abandonan la escuela; las niñas dejan los libros por dedicarse a labores de cuidado y del hogar, los niños asumen un rol de proveedores incorporándose a trabajos precarios. Las presiones sociales y culturales obligan a las niñas y adolescentes casadas a tener hijos. Además, se ha detectado una diferencia importante entre la edad de la niña y su pareja, hecho que incrementa las posibilidades de vivir violencia y abusos. En el caso de México tan sólo en el 2015 había más de 75,000 niñas, niños y adolescentes casados formalmente y más de 300,000 viviendo en unión libre. En ambos casos la mayoría había abandonado la escuela, más del 70% de las niñas y adolescentes tenían al menos un hijo y la mitad vivía en condiciones de pobreza. Como parte de los esfuerzos de la campaña global “Hasta la Última Niña”, Save the Children impulsó una serie de acciones para terminar con esta práctica:
  • Llamamos a los gobiernos de Baja California, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, Tabasco, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Tlaxcala, Zacatecas para establecer en sus Códigos locales los 18 como edad mínima para casarse.
  • Presentamos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un “Amicus Curiae” que recomienda declarar constitucional la reforma del Artículo 145 del Código Civil de Aguascalientes, con el fin de no otorgar dispensas para que menores de edad se casen.
  • Trabajamos de la mano con el Senado de la República para reformar el Código Civil Federal y elevar a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.
Como resultado, – a excepción de Baja California – tenemos legislaciones estatales fortalecidas; contamos con una resolución de la SCJN que se pronuncia en contra de las dispensas para que menores de edad se casen y finalmente, a partir del 3 de junio, contamos con un Código Civil Federal reformado para prohibir el matrimonio infantil. El reto continúa, estos cambios deben ir acompañados de políticas públicas que trabajen en prevención de uniones tempranas, impulsando acciones en materia educativa, de salud, violencia y cambios culturales para que las niñas sigan siendo niñas y no esposas. *Directora General de Save the Children Mexico.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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