El pasado miércoles 4 de enero comenzaron a sonar fuertes explosiones alrededor de la planta de Cementos Fortaleza, ubicada en el municipio de Santiago de Anaya, en Hidalgo. Cada vez se hacían más sonoras, conforme el grupo de unos 100 enardecidos supuestos vecinos del lugar avanzaba hacia la puerta de la cementera de Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. En algún momento los encargados del lugar pidieron a los empleados huir, su seguridad estaba en riesgo, ante la turba amenazante que continuaba acercándose. “A las 18:20 horas del miércoles 4 de enero vía telefónica se reporta que presuntamente un grupo de aproximadamente 100 ciudadanos ingresó a la planta de Cementos Fortaleza, ubicada en el municipio de Santiago de Anaya”, dice un reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo, en poder de Forbes México. La dependencia agrega que las personas arrojaban cohetones con una actitud muy agresiva, por lo que los empleados tuvieron que salir de las instalaciones a un lugar más seguro. “Se llevaron retenidos vehículos pesados, además de saquear el inmueble donde se hospeda el personal”, detalla el reporte policial. Las autoridades, aseguran, llegaron a resguardar las instalaciones lo más rápido que pudieron, sin embargo, ya fue tarde. El saqueo se había realizado con éxito. Tomaron la caseta de vigilancia, patios de maniobra y el estacionamiento. Durante tres horas tomaron el control. Se llevaron 200 toneladas de cemento en cinco camiones de Carlos Slim. “Se metieron alrededor de tres horas un grupo de vándalos, que tenemos bien identificados y lamentablemente se llevaron cinco tráileres cargados de cemento”, confirma Jorge Aldana Camargo, presidente municipal de Santiago de Anaya. “Antes, la planta cementera parecía la Muralla China, ya que no se podía penetrar por su excesiva seguridad que había ahí en la planta“, señala a Forbes México en entrevista. “Desde hace tres meses que tomé protesta como alcalde se comenzó dar una relación de respeto y se le acompañó con una estrategia de apoyo de vigilancia con la empresa”, explica el munícipe, quien ya se comunicó vía WhatsApp y teléfono con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación (Segob), y Omar Fayad Meneses, gobernador de Hidalgo, para informarles sobre lo sucedido en la planta propiedad de Carlos Slim. Cada camión llevaba 40 toneladas de cementos, pero lo único que se recuperó fueron los vehículos, recuerda el presidente municipal. La planta cementera volvió a operar inmediatamente después de que la policía llegó, todavía se encontraba bajo resguardo de la Secretaría de Seguridad Pública del estado este fin de semana, así como de la Procuraduría General de Justicia de la entidad. Actualmente, Cementos Fortaleza cuenta con una capacidad instalada de 2 millones de toneladas de cemento al año en sus tres plantas de producción ubicadas en Hidalgo. La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo tiene varias carpetas de investigación sobre los saqueos reportados en el Valle del Mezquital. Desde el 2 de enero 2017, los habitantes de Santiago de Anaya, San Salvador, Actopan, Ixmiquilpan, Francisco I. Madero, El Arenal, Cardonal, Progreso de Obregón, Mixquiahuala y otros más que integran el Valle del Mezquital cerraron carreteras federales y estatales en rechazo del aumento de gasolina decretado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). El primer día de manifestaciones no se reportaron saqueos ni afectaciones a los comercios que operan en la zona. Sin embargo, el martes 3 de enero un grupo de personas infiltradas en los movimientos ciudadanos comenzó con los saqueos y robos en contra de cadenas comerciales, gasolineras, empresas, así como a casas habitación. El miércoles 4, por ejemplo, el tianguis de Actopan no abrió, algo que sólo había pasado en 2009 cuando se impuso la emergencia de gripe AH1N1. Nunca en la historia del Valle del Mezquital se habían detenido las actividades comerciales por violencia. El fin de semana siguieron las protestas por el gasolinazo, a pesar de que en Ixmiquilpan murieron dos manifestantes. El viernes 6 de enero, los directivos de la cementera tuvieron una reunión con las autoridades estatales en Actopan, un municipio que se localiza a unos 10 kilómetros de la cementera, recuerda el munícipe. Aldana Camargo comenta: “Vamos a continuar a haciendo los rondines de vigilancia, a pesar de que nuestro cuerpo de seguridad es compuesto por 32 personas y los vehículos están en pésimas condiciones para cuidar a 17 mil habitantes y a Cementos Fortaleza, unos inquilinos con quienes no se puede quedar mal”. “Cementos Fortaleza sí se vio afectada por unos momentos por esta situación de saqueos, es decir, ciertas personas tomaron la cementera, pero gracias a Dios fue liberada y tiene el apoyo por parte de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo”, asegura Sergio E. Baños Rubio, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Hidalgo. Según el empresario, hay un grupo con intenciones de desbalancear y generar incertidumbre en la entidad, a pesar de que Hidalgo se ha destacado por ser un estado pacifista para la consolidación de nuevas empresas. “Estamos representando a todo el sector empresarial que se ha visto afectado o que ha sufrido de alguna manera con el vandalismo reportado en Hidalgo”, concluye Baños Rubio. Cementos Fortaleza, de Carlos Slim, no quiso responder a las solicitudes de Forbes para conocer más acerca de la situación que enfrentaron y enfrentan en todo el país sus negocios.

 

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