Con polio desde los seis meses, Saúl Mendioza, atleta y emprendedor, ha roto muchos récord y ganado muchas competencias olímpicas. Conoce su historia, que ha motivado a miles de personas.     Estimados lectores, empezamos esta semana con una historia de vida. Más allá de los límites, ¿cuánto coraje se necesita para desafiar tu destino? Ésta es la historia de Saúl Mendoza, quien nos cuenta quién es, cómo es y qué se necesita para lograr ir más allá de los límites. A los seis meses de edad, cuando comenzaba a caminar en la andadera, Saúl enfermó de poliomielitis. Era 1966. Doña Rosa María, su madre, pensó que se trataba de una enfermedad simple y entonces utilizó remedios caseros. Cuando fueron al hospital, el médico le comunicó el daño: Saúl no podría utilizar sus piernas nunca más. Duro golpe, pero no insuperable. Al menos no para la familia Mendoza, que afrontó la responsabilidad y nunca dejó solo al pequeño, al que obsequiaron una vida normal, alegre y sin complejos. En los inicios deportivos del hoy campeón olímpico, hubo dudas, temores… Lo conozco personalmente desde hace siete años, antes de que naciera su hijo Paul. Siempre ha sido un ejemplo de constancia, siempre da una sonrisa siempre a todos y es un hombre que ha sabido romper las barreras físicas y emocionales, y ha descubierto sus habilidades y fortalezas. Saúl, gracias por ensanchar la vida de quienes te conocemos. Me acuerdo de haberle escuchado en su conferencia decir que no todos los que son capaces de vencer sus limitaciones internas alcanzan sus sueños: sólo el 10% de la gente que cambia su interior es exitosa.   Estrategia de vida Saúl estudió Ciencias Industriales en la Universidad Metropolitana. Hoy da asistencia a su compañía patrocinadora de silla de ruedas para poder diseñar mejores productos para otros con discapacidades. Corre en una silla de tres ruedas, de peso ligero, de construcción normal. Durante la semana, entrena aproximadamente 180 millas y en los fines de semana viaja por el país compitiendo en pistas y en eventos de caminos para carrera. A lo largo de su carrera ha ganado seis medallas en tres Juegos paraolímpicos y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos como parte del equipo nacional de México.   Dónde inicia su historia Es originario de la Ciudad de México, donde contrajo polio a los 6 meses de edad. Estuvo involucrado en los deportes desde una temprana edad en muletas y en una silla de ruedas. A través de estos implementos, él pudo crecer amando los deportes y la competencia. Cuando tenía 15 años, fue descubierto en una pista de básquetbol con un talento natural para la velocidad. Los entrenadores pronto se involucraron en la pista. Una vez que comenzaba a correr, no había quien lo parara. Su primer gran triunfo fue en 1985, en el Maratón de México. Continuó ganando ese maratón en 1986, 87, 96, 97 y 98. Así fue que calificó para el equipo paralímpico de México en Seúl 1988, a los 21 años de edad, evento en el que ganó medalla de plata (200 metros) y dos medallas de bronce (800 metros y 1,500 metros). Logró el Récord Mundial de tiempo en 800 metros, el tiempo más rápido de 5 kilómetros en Carlsbad en el año 2000, y el segundo tiempo más rápido del mundo en el Maratón de Oita, en 1999. En sus conferencias, Saúl trata de dejar siempre mucho que reflexionar, al utilizar su historia de vida para hablar del liderazgo “más allá de los límites”. Saúl comparte siempre sus experiencias de las olimpiadas y muestra sus medallas de oro para que los asistentes puedan ver que no hay imposibles cuando se trata de alcanzar el éxito. Con su conferencia “Más allá de los límites”, Saúl tiene como objetivo transformar lo ordinario en algo fuera de serie, producir al máximo con lo mínimo, convertir las debilidades en habilidades y, sobre todo, mejorar el estilo de vida con respeto y decisión.   Los lectores preguntan Uno de nuestros lectores del blog anterior le pregunta a Saúl: —¿Cómo fue retirarse, cómo se adaptó a un nuevo ritmo de vida? —¿Hubo un factor espiritual (o religioso) detrás de su gran motivación?   Saúl sigue trabajando hoy, entrenando, compitiendo, diseñando. El deporte es su razón de ser: ya no en competencias de alto rendimiento, pero sigue “más allá de los límites”. Por supuesto que siempre ha habido y siempre hay detrás de él una motivación religiosa.   La próxima semana les contaré la historia de Pablo González Cid, un emprendedor con aroma a café Punta del Cielo. Hasta la próxima.     Contacto: www.speakersmexico.com FB: speakers mexico TW : @speakersmexico Correo : [email protected]      

 

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