Se puede tener una cara bonita y ser jefa: Ashley Graham

Por Glenda Toma Ashley Graham ha sido modelo desde los 13 años, un año después de que fuera descubierta en un centro comercial de Nebraska, pero no fue hasta después de los 20 que entendió cuán importantes eran los negocios para su carrera. “Me di cuenta de que una cara bonita puede abrirte las puertas, pero se necesita una empresaria inteligente para alcanzar la longevidad”, dijo en la cuarta edición del Forbes Women’s Summit. Graham dijo que modelar le permitió trabajar dos días y luego tomarse algunas semanas libres. Durante ese tiempo, simplemente descansaba en casa. El marido de Graham le preguntó: “¿No hay algo más que te gustaría hacer?” Eso la obligó a comenzar a pensar sobre sus ambiciones en la vida. Pero también hubo otra llamada de atención: Después de modelar durante 10 años, la agencia de Graham cerró la división de tallas grandes. “Así es, me despidieron”, dijo. Ella se dio cuenta de que “la gente no iba a salvarme, tienes que hacerlo por ti misma”. Así que durante la filmación de una campaña del minorista canadiense Addition Elle, Graham hizo un movimiento audaz. A pesar de no tener ninguna experiencia empresarial, la modelo propuso al VP de Marketing de la empresa una colaboración de lencería que tuviera consciencia sobre la talla. Tres meses más tarde, dijo, firmó el contrato. Hoy, la línea genera 1.6 millones de dólares en ventas. Este año, la modelo lanzó una colección de prêt-à-porter con Dressbar y colaboró con Formula X en tres tonos de esmalte de uñas, lo que, además de colocarla en nuestra lista Forbes Under 30 y convertirse en la primera modelo plus size en la portada de Sports Illustrated. Graham es prueba de que se puede ser bella y ser jefa, sólo hay que definir cuál es tu poder. “Esperar a que otros determinen cómo debes pensar y actuar, pierdes tu propia fuerza”, y Ashley Graham se niega a que le digan de qué es capaz. “Me dijeron que nunca estaría en las páginas de una revista… He estado en 11 portadas en dos años.”