Ésta es la historia de Evelyn, una estudiante de 20 años, quien pese tener buenos promedios y ser una mujer emprendedora, ha batallado por conseguir una beca.     Evelyn Karen López Garrido es una estudiante de licenciatura de 20 años de edad que, desde que inició sus estudios superiores, ha tratado de obtener una beca sin éxito. A pesar de tener buen promedio y ser de escasos recursos económicos, todas sus solicitudes de beca han sido rechazadas. Cuando Evelyn egresó del Colegio de Bachilleres, presentó seis exámenes (tres para la UNAM y tres para la UAM) de ingreso a una universidad pública, sin éxito. Pasó un año sin estudiar, esperando y esforzándose por alcanzar un lugar en una institución pública. Durante ese tiempo, trabajó para obtener recursos y poder estudiar en una universidad privada. Recorrió varias escuelas en busca de una opción económica que estuviera a su alcance. Decidió así, ingresar a la Universidad Insurgentes a la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, donde le otorgaron una beca de ingreso del 20%, además de la promesa de incrementar la beca si demostraba buen aprovechamiento académico; un ofrecimiento que, por supuesto, no ha llegado. Esta joven ha buscado apoyo en el programa de becas la Secretaría de Educación Pública, en el Instituto Mexicano de la Juventud y en el del Instituto de la Juventud del Distrito Federal. Ninguno de estos organismos le ha otorgado una beca, a pesar de tener buen promedio y no contar con recursos económicos para solventar sus estudios. ¿Pensarán a caso que Evelyn está en una universidad privada porque cuenta con recursos para pagarla? No están para saberlo ni yo para contarlo, pero se los diré. Evelyn paga sus estudios vendiendo dulces. Va a la Central de Abastos de la Ciudad de México, compra dulce a granel, lo empaca y lo vende entre sus compañeros de escuela y en dos establecimientos que le han dado la oportunidad de ofrecer sus productos sin cobrarle nada. Aunque siempre se ve en aprietos para pagar la colegiatura, sus pasajes y todos los gastos que genera estudiar, no se da por vencida e insiste en seguir adelante. ¿Por qué hablo de ella?, se preguntará más de uno al leer esta historia. Pues viene a colación por la discrepancia que ha mostrado la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) al otorgar, desde hace dos años, becas a cerca de 48,000 estudiantes sin comprobar su identidad ni exigir un aprovechamiento mínimo. Se trata de estudiantes que fueron rechazados de instituciones públicas (como Evelyn) y que la ALDF decidió apoyar con becas en escuelas particulares. El monto de estas becas asciende ya a 250 millones de pesos. Recursos que han sido depositados en cuentas bancarias de 12 escuelas privadas que, de acuerdo al convenio signado con los asambleístas, sólo deben reportar, bajo protesta de decir verdad, a cuántos alumnos admitirían cada una. Entonces, ¿por qué no apoyar a una estudiante como Evelyn que, además de no tener recursos y reportar buenas calificaciones, ha demostrado un espíritu emprendedor al vender dulces con el único objetivo de terminar sus estudios? En fin, así son las cosas en este país. Confío en que las autoridades hagan lo necesario para que la tarea sea más fácil para estudiantes como Evelyn. Por lo pronto, reitero mi compromiso de defender, exponer y promover todas las ventanas de oportunidades que existen en este país para que los jóvenes alcancen el éxito profesional o empresarial, y la educación es la ventana más importante para ello.     Contacto: Twitter: @elopez_loyola Email: [email protected] Email: [email protected]       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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