- Una competencia de precios muy agresiva en los mercados, de planes de beneficios que se venden a las empresas
- La guerra comercial en el ramo de automóviles
- Un aumento de los siniestros en el ramo de gastos médicos
- Los huracanes que afectaron de forma importante algunas ciudades del país.
Seguros: claroscuros de una industria que quiere crecer
En el sector asegurador, se debe promover la sana competencia basada en el servicio, además de trabajar junto con los canales de distribución y las autoridades para que el seguro se convierta en un vehículo que tenga impacto social y económico más significativo.
Por José Luis Gutiérrez Aguilar, CFO de GNP
La industria del seguro aún no refleja el verdadero potencial que podría tener en la economía nacional. Si se compara con países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o incluso con países latinoamericanos, la participación en la cobertura de los riesgos de la sociedad, como generador y promotor del ahorro nacional es incipiente. Los factores a vencer son de tipo cultural y estructural. Sin duda, aquí lo más importante es la voluntad de las partes: empresas, intermediarios y autoridades, quienes tienen que poner más foco en la triada perfecta de los negocios: crecimiento-rentabilidad-servicio.
En 2013, de acuerdo a datos oficiales, el crecimiento del sector asegurador fue de 6.3% real y superó el 2% de participación del Producto Interno Bruto (PIB). El dinamismo en la adquisición de pólizas y la penetración del seguro en la economía alcanzaron 2.1% del PIB, “el más alto en la historia del sector”, como lo indica la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Y la emisión de primas directas representó 347,196 millones de pesos (mdp), destacando Pemex como la póliza más grande, que este año se renovó por 5,555 mdp.
Si aislamos el efecto, el incremento del mercado fue de 4.1%. Si separamos el crecimiento de las primas, entre el sector tradicional y las aseguradoras de los bancos (bancaseguros, en donde por su naturaleza una buena parte de sus ventas son “atadas a servicios bancarios”), el aumento fue de 6.7% y el de las aseguradoras de 2.6%, respectivamente. Si bien el desarrollo del sector fue bueno, “no hay que echar las campanas al vuelo”, ya que mientras las primas subieron, las utilidades de las aseguradoras decrecieron 5.35%.
Un crecimiento sano es aquel que además de ganar más mercado se hace generando valor a los inversionistas y otorgando un excelente servicio a sus clientes e intermediarios. Lo anterior no se logró por diversas razones: