Foro #MujeresPoderosas: Si bien la brecha de género aún es muy grande en el campo de las ciencias duras, como popularmente se les conoce, estas seis jóvenes mujeres han logrado destacarse en distintas áreas de la física, la química y la medicina.   Por Ana Paula Flores “Las reglas se hicieron para romperse” es una frase común. Probablemente los jóvenes la usen más a menudo, pues es por todos sabido que las normas y la juventud no combinan del todo bien. Fátima, Verónica, Paulina, Valeria, Gabriela y Blanca demuestran que salirse del molde puede tener conse­cuencias francamente buenas. Si bien la brecha de género aún es muy grande en el campo de las ciencias duras, como popularmente se les conoce, estas seis jóvenes mujeres han logrado destacarse en distintas áreas de la Física, la Química y la Medicina. ¿Cómo lo han conseguido? Innovando. De acuer­do con el Global Innovation Index 2014, que toma en cuenta 81 factores para su análisis, México se ubica en el lugar 66 de 143 países, con 36.02 puntos de un total de 100. Con respecto a América Latina y el Caribe, México ocupó el sexto lugar, ubicándose por debajo de Barbados, Chile, Panamá, Costa Rica y Brasil. No obstante la baja inversión que el país realiza en Investigación y Desarrollo (I+D), el número de científi­cos e ingenieros mexicanos graduados coloca al país en la posición número 20 en dicho ranking, muy por enci­ma del número uno: Suiza, que se ubica en el lugar 59. El documento afirma que entre los jóvenes mexi­canos existe una inclinación cada vez más fuerte por estudiar una carrera científica o una ingeniería, pese a los resultados que el país obtiene en el área de matemá­ticas de la prueba pisa. Las ganas existen; el talento también.   Verónica Pérez de la Cruz “De las ideas más descabelladas surgen buenas cosas”, afirma Verónica Pérez, investigadora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Ve­lasco Suárez” y una de las 10 ganadoras del Premio L’oréal-Unesco 2014. La investigadora en la detección de modelos neurodegenerativos comenta que fue durante su estancia posdoctoral con el Dr. Robert Schwarcz, que obtuvo la primera evidencia de que el ácido quinurénico tiene un efecto antioxidante en las células cerebrales. “Recuerdo muy bien las palabras del Dr. Schwarcz, quien en un principio consideraba un poco descabellada esta idea”, platica Verónica. Para la científica: “Las mujeres somos una parte esencial en el desarrollo y en el impulso de la innovación del país, ya que nuestra contribución en el aporte de ideas novedosas y formación de recursos humanos es vital para este fin”.   Fátima Rocha “La necesidad es la madre de la cre­atividad, y Thermalfit nació así, en un momento sumamente complicado para la empresa”, dice Fátima Rocha, co fun­dadora de Energy Depot, dedicada a la fabricación de calentadores solares. “En una reunión de trabajo comen­tamos que era posible poner los absor­bentes solares en las fibras textiles para calentar la ropa”, comenta la innovadora empresaria, quien explica que esta idea dio lugar al nacimiento de Thermalfit, una tela inteligente capaz de aumentar la temperatura corporal hasta 10 grados Celsius por medio de la luz (solar y artifi­cial) y de la energía del cuerpo. De acuerdo con Fátima, es necesario que la sociedad impulse a las jóvenes para que se desarrollen profesionalmente en áreas de ciencias e ingenierías, y que las empresas ofrezcan oportunidades para que crezcan profesionalmente, sin que afecte su futuro personal.   Paulina Mar y Valeria Cruz Paulina Mar, estudiante de Negocios internacionales en el IPN, y Valeria Cruz, estudiante de Ingeniería Química en la UNAM, descubrieron que su preocupación por el ambiente podía rebasar el mundo de las ideas y concretarse en un proyecto. Fue así como ambas jóvenes decidieron participar en el Henkel Innovation Chal­lenge, obteniendo el segundo lugar a nivel regional de la competencia al innovar con una aplicación para limpiar la ropa a través de una bacteria que no requiere de agua. Las universitarias consideran que las mujeres deben visualizarse en tres esce­narios: el del emprendimiento, el de los visionarios y el de la promoción de otras mujeres. “La innovación en México necesi­ta de mujeres que, sin importar el área en la que se desempeñen, propongan nuevos modelos y alternativas a los problemas que nuestro país enfrenta”, expresan.   Blanca Elí Ocampo-Cruz La especialista en el desarrollo y la inves­tigación de radiofármacos asegura que la detección de tumores muy pequeños o del cáncer medular de tiroides es muy difícil, haciendo que la cirugía sea la única terapia efectiva… hasta ahora. Blanca Elí Ocampo fue otra de las 10 acreedoras al Premio L’oréal-Unesco 2014 por el desarrollo de un radiofármaco capaz de arrojar una imagen nuclear molecular para diagnosticar dichos padecimientos. “Otro uso potencial de nuestro radiofár­maco puede ser la evaluación de la masa celular beta para la detección temprana de diabetes”, afirma la científica. De acuerdo con Ocampo, la unión entre hombres y mujeres es fundamental para impulsar la generación del conocimiento en México. “Debemos trabajar en grupos mul­tidisciplinarios conformados por hombres y mujeres que contribuyan en la misma medida para lograr mejores resultados”.   Gabriela Caraveo “El funcionamiento del cerebro humano siempre ha sido fascinante para mí. Una manera de estudiarlo es a través de las malformaciones que conllevan a enfermedades neurológicas como el Parkinson”, dice Gabriela Caraveo, bióloga egresada de la UNAM y que actualmente trabaja en el Instituto Whitehead de Investigación Biomédica en Estados Unidos. Caraveo, quien actualmente investiga el papel del calcio en sinucleinopatías (enfermedades que tienen en común un depósito anormal de la proteína a-sinu­cleína, como el Parkinson o el Alzheimer), afirma que el papel de las mujeres en la ciencia ha sido muy pobre.  Así, comenta que si bien la situación ha cambiado, el proceso aún es lento. “Las mujeres están capacitadas para jugar un rol clave en el desarrollo de la innovación”.

 

Siguientes artículos

El olfato periodístico huele la noticia
Por

Contrario al sentido del olfato, con el que todos nacemos y unos desarrollan más que otros, el olfato periodístico no es...