- Con las sanciones impuestas por Estados Unidos congelando las negociaciones de acciones y futuros de los bonos de PDVSA en la bolsa de Nueva York, para dejar fuera de la ecuación a los ‘fondos buitre’, los petroleros del norte (en su mayoría republicanos de Texas) con intereses y relaciones comerciales con Venezuela —Chevron por ejemplo— pierden una forma de enviar el dinero de sus compras a Caracas. Ésta representa aproximadamente 25% del capital que sostiene al régimen.
- La apuesta política es más amplia: con el reconocimiento a Juan Guaidó como Presidente interino, la Unión Europea, Inglaterra y Estados Unidos congelan el envío de dividendos por relaciones comerciales (en el caso de EU incluso han declarado que será entregado al nuevo poder de transición. Hasta la fecha se calcula que 11 billones de dólares están congelados, y contando).
- Como respuesta, PDVSA comienza a dejar los envíos de petróleo crudo cargados en los puertos del país, mientras no se haga un prepago de ellos. Pero la presión que están haciendo los bancos centrales para evitar que la industria mueva este dinero cada vez es mayor.
- Con la mitad de los ingresos sin poder entrar al país, Maduro deja de tener el capital para pagar las incrementales deudas que tiene el país con Rusia y China. Por supuesto serán los moscovitas los primeros en hacer su labor de acreedores.
- Ante la agobiante situación, los países siguen insistiendo en la entrada de ayuda humanitaria al país. Maduro sigue en negación mientras culpa a los pueblos ‘imperialistas’ de una conspiración a su país y su sistema de valores.
- Las tropas de Rusia comienzan a llegar a Venezuela (diversas fuentes hablan de 400 hombres de fuerzas especiales llegando hace una semana a trabajar con los 6,000 generales del régimen).
- Las tropas de Estados Unidos comienzan a dejar las ayudas humanitarias en ‘las narices’ del país, específicamente en la frontera con Colombia (que vive la migración más fuerte que está sucediendo a nivel mundial hoy mismo), mientras las tropas de este país se instalan en Colombia, un territorio que esencialmente ha sido “Pro Estados Unidos”.
Siete aspectos que podrían apresurar la salida de Maduro de Venezuela
La clave para detonar la transición de gobierno está en los recursos económicos. Mientras menos capacidad se tenga de maniobra, más presionadas se verán las autoridades para llegar a una negociación pactada.
Comienza (factualmente) la cuenta regresiva de Nicolás Maduro, que estará enfocada a un objetivo claro: dejarlo sin dinero. Es bien sabido que en cualquier contexto —ya sea uno macroeconómico o en la vida diaria de cualquier ciudadano— es una buena estrategia para generar presión. La ausencia de recursos despierta los instintos de supervivencia.
Serán una suerte de eventos conectados, donde uno conllevará el siguiente (el famoso ‘efecto dominó’, ese pasatiempo común que comparten los costeros caribeños, desde las playas de Maiquetía hasta las de Veracruz):