Siete pecados capitales del mexicano desempleado
Existen actitudes que entorpecen y complican los procesos de selección. Conoce cómo evitar factores nocivos en la búsqueda de empleo.
Tener una estrategia que pueda ser efectiva al momento de buscar trabajo es el primer paso para salir de las filas del desempleo, que en México alcanza niveles de 5.2%, sin embargo, en el camino a la recontratación, los mexicanos suelen cometer errores que se convierten en frenos poderosos.
Un reporte de Adecco explica que la búsqueda es en sí misma un trabajo de tiempo completo. De hecho, es una meta que requiere concentración, disciplina, fuerza voluntad y una buena actitud como factores indispensables, por ello, conoce cuáles son los siete pecados capitales que se convierten en lastres para encontrar un nuevo empleo.
1. No saber lo que quieres
Dejar la dirección de tu carrera al azar es un error imperdonable. Es muy común que los candidatos apliquen indiscriminadamente a vacantes que, evidentemente, no son para su perfil profesional. Ciertamente puede tratarse de una acción desesperada, pero es una mala estrategia. Ningún reclutador te considerará para vacantes que no te aplican.
En este sentido, es fundamental (como primer paso en tu búsqueda de empleo) que tengas muy claro lo que quieres. Plantéate cuestiones como ¿hacia dónde quiero llevar mi carrera?, ¿en qué industria me gustaría desempeñarme?, ¿en cuáles empresas quisiera colaborar?
2. Mantener en secreto tu búsqueda
Buscar empleo es un reto importante, es una decisión de vida que debes comunicar. Está comprobado que muchos candidatos siguen consiguiendo vacantes gracias a sus contactos personales y virtuales. Por lo tanto, es fundamental que le comentes a tus contactos la intención de encontrar una oportunidad de trabajo.
Aquí la discreción no aplica. Usa todos los medios de comunicación a tu alcance: teléfono, correo electrónico y por supuesto, redes sociales.
3. Evitar el uso de redes sociales
Tu interacción en redes sociales es actualmente un escaparate laboral. No es secreto que muchos reclutadores suelen acudir a estas aplicaciones para buscar candidatos.
Ciertamente no es la única fuente para seleccionar personal, pero su uso se está generalizando entre los buscadores de talento. Por lo tanto, no hay excusa para mantenerse al margen
En este punto, lo que se recomienda es tener cuidado con la información que difundas (sea o tuya o no), las personas que sigues y en general tu comportamiento en redes. Todo eso integra tu identidad digital, aspecto que también se toma en cuenta en la selección de personal.
4. Tener un CV descuidado
Desliz imperdonable. El CV es la carta de presentación ante tus futuros contratantes. Nada peor que presentarte con un CV incompleto o desactualizado. Los aspectos básicos a cuidar son: extensión (máximo dos cuartillas), información (sólo incluir la que le interese al reclutador), profesionalismo (sin errores ortográficos ni de redacción) y limpieza (evita adornos o elementos adicionales, entre más sencillo, mejor).
5. Cerrarte al cambio
Actualmente la apertura al cambio constituye una competencia fundamental. Quien no tiene apertura a nuevos retos pierde oportunidades de desarrollo personal y profesional. Considera emplearte en otras industrias, desarrollar actividades para las que tienes habilidad (aunque no la preparación académica), sigue aprendido (la especialidad es un valor agregado importante para tu perfil profesional) y ábrete a la posibilidad de cambiar de residencia ¡o incluso de país!
6. Descartar oportunidades de trabajo temporal
El empleo temporal es una excelente oportunidad para ingresar al mercado laboral. Suele ser la puerta de entrada a las mejores empresas, genera utilidades y prestaciones. No lo descartes pensando sólo en la temporalidad. Si te atreves a ver un poco más allá, descubrirás que puede ser el empleo que necesitas.
7. Elegir empleo sólo por el salario
Es válido que seas selectivo en tu búsqueda. Lo que no resulta recomendable es guiarte solamente por el aspecto salarial. Sería importante que evalúes también aspectos como: plan de vida y carrera, posibilidades de crecimiento, prestaciones, interés de la empresa en la calidad de vida de los colaboradores, estilo de liderazgo en la organización, ambiente de trabajo, etc.
