Cuando mantener la secrecía en la comunicación es un imperativo para la empresa, no se puede depender de Snapchat, necesitas algo pensado para el mundo corporativo.   Por Jeff Bercovici   Lo efímero es bueno si envías mensajes a tus amigos con selfies poco favorecedoras o fiestas de última esa borrachera. Sin embargo, si estás involucrado en negociaciones sensibles o en disputas legales, que tus mensajes no lleguen a las manos equivocadas no sólo está bien, es una necesidad vital. Ese es más o menos el terreno de juego de Confide, una nueva app de mensajería “off the record” que acaba de levantar 1.9 millones de dólares en capital semilla. Liderada por la empresa de inversión temprana WGI Group, la ronda también incluyó a firmas prominentes de capital de riesgo (Google Ventures, First Round Capitals, SV Angel, Lerer Ventures), así como del CEO de Yelp, Jeremy Stoppelman, el creador de Entourage, Doug Ellin y el conductor de Access Hollywood, Billy Bush. La idea de un “Snapchat para los negocios”, como Confide fue etiquerado al instante tras su lanzamiento el pasado enero, nació en agosto de 2013, cuando uno de sus cofundadores y ahora CEO, Yext Howard Lerman, envió un correo electrónico al otro cofundador, Jon Brod, pidiendo una referencia honesta sobre alguien que estaba considerando contratar. Brod, quien entonces dirigía AOL Ventures, pensó que sería una mala contratación, pero no quería enviar un correo electrónico que lo dijera, para que no fuera reenviado accidentalmente o visto por otra persona que no fuera Lerman. “Así que hice lo que el 90 % de la gente puede hacer en esa situación”, recuerda Brod. “Le dije: ‘¿Sabes qué? Te llamaré.’ Y luego intercambiamos mensajes velados por teléfono durante seis días.” Cuando finalmente se puso al teléfono, el primer tema de conversación fue la necesidad de una forma de enviar mensajes que se autodestruyeran después de ser leídos. Las referencias sin inhibiciones sólo uno de lo que Brod y Lerman ven como muchos casos de uso potenciales para Confide. Otro podría ser una oferta de adquisición, cuyos datos remitente quiere mantener en secreto para que no se geste una guerra de ofertas. La lista es interminable. De hecho, si el CEO de Snapchat, Evan Spiegel, hubiera usado Confide, su jactanciosa respuesta a Marck Zuckerberg nunca habría sido revelada. La ironía señala una de las diferencias clave entre Snapchat, que es principalmente una herramienta para el envío de fotos, y Confide, que está hecho para texto. Otra es la seguridad: Confide utiliza cifrado de extremo a extremo, los mensajes no se almacenan en sus servidores, y cuenta con “un nivel de protección que creemos que no tiene paralelo en la industria”. Los destinatarios sólo pueden leer 25 caracteres de un mensaje a la vez, lo hacen pasando el dedo sobre ellos. Después expira al instante. El atractivo de la mensajería segura podría extenderse mucho más allá de su público objetivo. Los disidentes políticos que viven bajo gobiernos represivos ciertamente podrían encontrar un uso para ella, al igual que los narcotraficantes y otros criminales. Brod y Lerman dan la bienvenida a los primeros. Si bien no pueden hacer mucho por los segundos, señalan que se estarían violando los términos de servicio de Confide y se pronuncian por desalentarlo. “Si estás haciendo algo ilegal, lárgate de nuestra plataforma”, dice Brod. Claro. Un uso de Confide que se buscaría más estaría en Hollywood. Como una industria que sigue dependiendo en gran medida de las llamadas telefónicas como medio de negocio, ven el entretenimiento como un modelo para la disrupción. (Eso explica la presencia de Bush y Ellin entre los inversores de capital semilla.) En cuanto a modelo de negocio, mientras que están muy lejos de la monetización, Brod y Lerman dicen que esperan que implique la venta de servicios de primera calidad a usuarios intensivos, al igual que lo hace LinkedIn.

 

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