A partir de un método que consiste en procesar restos de poda municipal y agrícola, heno y desechos de papel, un equipo de científicos israelíes de la Universidad de Tel Aviv, trabajan en la obtención y producción de alcohol desinfectante.
“Nos dimos cuenta de que los israelíes solo consumen alcohol desinfectante importado, lo cual es particularmente crítico en momentos en los que las fronteras están cerradas y el intercambio es muy limitado, como en Israel, donde todo el etanol proviene del exterior, detalla Hadas Mamane, profesora en la facultad de Ingeniería Mecánica y jefa del programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Tel Aviv.
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Ante esto, el equipo de Mamane y el profesor Yoram Gerchman, de la Universidad de Haifa, utilizaron un pretratamiento con ozono para convertir restos de poda, de papel o de heno en etanol, luego transformado en alcohol, señala la información que compartió con Forbes México, la organización Fuente Latina.
“Nuestro éxito reside en haber logrado extraer etanol de una variedad de desechos, agrarios y municipales, con la ayuda de la ozonización, encimas y levadura. Es algo que no se había hecho antes de este modo”, señaló Mamane.
La investigadora asegura que los desechos son abundantes y su método de conseguir el etanol ahorra plantar el maíz. Por ejemplo, regarlo, usar fertilizantes, pesticidas, con un coste económico y medioambiental.
El pretratamiento de ozono tiene como principal ventaja que es un material de trabajo fácil de usar y barato, detalla la profesora, ya que casi no contamina y no requiere el uso de sustancias peligrosas
“Se pueden generar diversos productos de estos desechos, no solo etanol, por eso la sola palabra “desecho” es injusta, ¡no hay tal cosa desecho. Porque de todo se puede sacar provecho”, dice Mamane.
Además, indica que tomando tan solo los residuos urbanos de las municipalidades de Israel se podría producir suficiente etanol para todo el país.
