A pesar del anuncio de la agencia calificadora, Paulo Vieira da Cunha, ex director del banco central brasileño instó a la presidenta Dilma Rousseff, a hacer cambios claves en la política macroeconómica.   Reuters   NUEVA YORK  – La agencia Standard & Poor’s cree que es improbable que Brasil pierda su estatus de grado de inversión en los próximos años, incluso si sufre una rebaja en su calificación crediticia, dijo una de sus analistas. Lisa Schineller dijo en una entrevista con Reuters que S&P cambió en junio el panorama de Brasil a negativo en su nota “BBB” porque vio un deterioro continuo en los fundamentos macroeconómicos del país sudamericano. “Hemos visto un deterioro en el perfil de deuda gubernamental, pero sería más consistente, si hay una rebaja, con ‘BBB-‘”, sostuvo Schineller.   Cambios en política macroeconómica Un ex director del banco central de Brasil dijo que espera que la presidenta Dilma Rousseff haga cambios claves en la política macroeconómica, incluidos recortes en el gasto público, en caso de ser reelecta este año para cumplir un segundo mandato. Paulo Vieira da Cunha, director del banco central brasileño entre 2006 y 2008, dijo también que espera que después de las elecciones Rousseff cambie al ministro de Finanzas Guido Mantega, quien ha sido criticado por inversores por pronósticos económicos demasiado optimistas y por lo que consideran trucos contables en el presupuesto nacional. Vieira da Cunha pidió un retorno al estilo pragmático del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el líder izquierdista que era considerado un mandatario que favorecía el crecimiento y la empresa. En contraste, Rousseff es vista como alguien menos amigable con los mercados y el mundo empresario y más enfocada en la intervención gubernamental en la economía. La actual presidenta ha aumentado cuantiosamente el gasto público y el crédito bancario con la esperanza de respaldar la vacilante economía brasileña en sus cuatro años de mandato, y tiene altas probabilidades de ser reelecta en octubre. Sin embargo, bajo el mando de Roussef la economía brasileña nunca pudo crecer por encima del 3% y se ha desacelerado más en los últimos meses. Registró un crecimiento negativo en el tercer trimestre del 2013 y muchos economistas creen que repetirá en el cuarto trimestre, lo que oficialmente significaría una recesión. “La posibilidad de que Dilma sea reelecta y continúe por la misma senda es suicida”, dijo Vieira da Cunha, actualmente jefe de investigación en ICE Canyon, un gestor de fondos con sede en Los Angeles y especializado en mercados emergentes que maneja activos por 4,000 millones de dólares. “Si nada cambia y ella reafirma sus políticas, creo que el mercado lo tomará de muy mala manera y puede haber algo de turbulencia”, agregó.  

 

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